1. Laura y su Sobrino (2 de 2)


    Fecha: 04/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Jacqueline, Fuente: CuentoRelatos

    ... llevaba nada debajo. Se me marcaban la redondez de las tetas, los pezones duros y oscuros y el escaso vello de mi entrepierna. Me sentía una niña otra vez.
    
    Mi sobrino me apoyó contra la pared de una casa y nos besamos larga y profundamente. Apoyó su verga contra mi entrepierna, era increíble, pero la tenía dura otra vez. La sacó allí, en plena calle, subió un poco mi falda y me la clavó.
    
    -Aquí no mi amor, pueden vernos -le dije.
    
    Pero él no se detuvo y me cogió de pie en plena calle, apoyada contra esa pared. Pasaron algunos automovilistas que se sorprendieron con la escena. Las piernas me temblaban, Rodrigo sacó una de mis tetas afuera y me mordió con fuerza el pezón hasta hacerme doler, sin dejar de mover sus caderas bombeándome verga. Ese chico me tenía todo el día mojada y con la concha estirada, deseando más y más de su carne dura.
    
    -Basta -le impuse, luchando contra mi calentura- Vamos a la casa, rápido.
    
    Corrimos bajo la lluvia y regresamos a la casa. Antes de seguir con el sexo tomé un baño, y luego Rodrigo hizo lo mismo. Mientras él estaba en la bañera me peiné, me puse otro vestido y lo esperé. Pero en eso tuve incontenibles deseos de ir a orinar. Y la casa tiene un solo baño. Entré, Rodrigo seguía en la tina.
    
    -No aguanto, tengo necesidad de orinar -le expliqué.
    
    Rodrigo me miró lascivamente y me dijo:
    
    -Méate sobre mi verga.
    
    Vacilé un poco, pero él me estiró la mano invitándome. Me quité el vestido, entré a la bañera, de pie frente a él, y ...
    ... cerré los ojos para concentrarme. Al fin el chorro me salió. Las primeras gotas cayeron sobre la verga de mi sobrino y empezó a masturbarse, pero después le mojé también el pecho. Entonces él se incorporó un poco y mi meada le cayó en pleno rostro. Cuando terminé me chupó la concha y se tomó las últimas gotas.
    
    -Ahora es mi turno -dijo.
    
    Se puso de pie, yo me acosté en la bañera y abrí mi vagina. Nunca había hecho algo así y no estaba segura de sí me gustaría. Le salió un poderoso chorro de meada que fue directo a mi clítoris, luego lo dirigió a mi vientre, a mis tetas y a mi rostro. Yo no podía creer cuánto me calentaba aquello.
    
    -Trágate mi meada tía.
    
    Claro que sí, quería tragarme todo lo suyo. Abrí la boca al máximo, todo lo que pude y Rodrigo de pie frente a mí dirigió su chorro directo a mi garganta. No hacía tiempo a expulsarlo todo y tragué bastante mientras me masturbaba con mis dedos.
    
    -Tía eres fabulosa, la mujer más increíble -suspiró mi sobrino cuando terminó.
    
    Se inclinó sobre mí, tomó mi cabeza y me metió la verga en la boca. Movió sus caderas salvajemente, culeándome otra vez en forma oral. Yo quería eso y más, deseaba todo lo suyo.
    
    Me puso de pie, dándole la espalda. Apoyé mis manos contra las paredes del baño, inclinada en ángulo recto hacia delante. Rodrigo me la metió en la concha y en el culo alternativamente, en el agujero que dejaba libre de su verga metía sus dedos. Era increíble, su erección no terminaba nunca y mis orgasmos tampoco. ...