follar a la vecina
Fecha: 04/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... que hacer. Yo no supe que responder, me quedé en blanco. Ella siguió hablando y me dijo que no hacía falta que pusiera disculpas para no estar con ella, esto último lo dijo con un tono medio enojado. Yo le dije que me disculpase, que no era por no estar con ella que era por… y me volví a quedar en blanco. Entonces ella al verme cohibido me pregunto si su presencia me ponía nervioso o me incomodaba. Yo le conteste que un poco, pero que no era por nada en particular, sino que el estar con una mujer tan atractiva como ella me ponía nervioso. Ella se empezó a reír y a decir que ya lo entendía todo. Me preguntó que como me podía atraer si yo tenía novia. Yo le contesté que aunque tuviese novia no me habían amputado los ojos para no ver a otras mujeres atractivas. Ella rió otra vez, y me dijo que tenía razón, que por tener pareja no hay porque dejar de mirar a otra gente. Me dijo que ella misma en el gimnasio se quedaba boquiabierta mirando para los fornidos hombres que allí había y que a veces le daban ganas de tirarse encima de ellos, pero que una cosa era mirar y otra muy distinta pasar a hacer algo más. Yo le dije que tenía razón, que por mirar no pasa nada. Ella continuó hablando del tema, me dijo que más de un hombre también se le quedaba mirando en el gimnasio y que incluso algunos intentaban ligar con ella. Me dijo que a veces pensaba en darles coba y dejarse ligar, pero que en ese gimnasio había gente conocida y no se atrevía por si se enteraba alguien. Yo me quedé algo ...
... confuso, me había dicho que a veces pensaba en ponerle los toriles a su marido. Entonces ella me pregunto si yo nunca había pensado en serle infiel a mi novia. Yo le conteste que no, pero que tampoco se me había presentado nunca la ocasión. Ella esbozó una sonrisa picarona y me pregunto que si se me presentase la ocasión que haría. Yo me empecé a poner un poco nervioso, y mi polla que ya se había ablandado volvió a reaccionar. Le dije que no sabía, que dependía con quien y en que situación. Me pregunto entonces que si fuera con una mujer que me pusiera muy cachondo y en una situación en la que nadie se enterase si lo haría. Yo ya cada vez más nervioso y con mi polla más dura le contesté que seguramente sí. Entonces ella sonrió y me dijo que era una cabronazo. Yo me empecé a reír y le dije que ella también pensaba en serle infiel a su marido con los tíos del gimnasio. Entonces ella también se rió y me dijo que los hombres del gimnasio a veces la ponían muy cachonda y que era normal que tuviese esos pensamientos, pero que ella a su marido lo quiere más que a nadie. Yo también le dije que a mi novia la quiero mucho, pero que la carne a veces es muy débil. Entonces ella me dijo que me proponía un reto, que si era capaz de ponerla tan cachonda como los maromos de su gimnasio, podría follarmela. Yo me quedé atónito, me lo soltó así sin más, sabía que con la conversación que estábamos llevando podría suceder algo, pero no me imaginaba que me lo soltase así sin más. Por supuesto acepté ...