1. Anita de tus deseos (capitulo 16)


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... respuesta.
    
    —¿Me vas a hacer daño? —preguntó mientras con una mano empezaba a recorrer mi espalda en dirección al trasero.
    
    —Si, pero te aseguro que me suplicaras que te lo haga, porque gracias a ese dolor, alcanzaras un placer desconocido para ti.
    
    No contestó, su mano llegó a mi vagina y torpemente intento meter un dedo dentro. Di un respingo y se asustó un poco. Papá me incorporó y me indico que la enseñara a hacerlo. Me incorporé y empecé a acariciar la espalda de Blanquita y lentamente llegué a su zona vaginal y empecé a masajearla suavemente mientras notaba cómo mi nueva amiga iba reaccionando. La fui metiendo un dedo y cuándo empezó a gemir, la metí otro. La agarré por el pelo y la conduje hasta que tuvo la polla de papá en su boca. La aceptó sin pensarlo mientras seguía estimulándola con mis dedos. Cuándo papá se fue a correr, la sacó y lo hizo en su cara mientras yo intensificaba el trabajo de mis dedos y ella también se corría. Inmediatamente, la limpié la cara con la lengua no dejando ni una gota del su semen.
    
    —¿Te ha gustado? —preguntó papá.
    
    —Sí, nunca había sentido algo así. Podría estar toda la noche.
    
    —Y lo vas a estar. Esto solo ha sido el principio.
    
    La abracé y empecé a morrearla mientras papá se levantaba y se iba a por los juguetes.
    
    El sol inundaba con fuerza la habitación por lo avanzado de la hora. Sentado en un sillón, papá nos contemplaba dormir agotadas por los intensos excesos de la noche. Nos miraba desnudas sobre la cama ...
    ... consciente de que tenía sobre ella a su posesión más preciada, y a alguien, que si la trabajaba bien, siria un complemento perfecto para mi. No tenía la más minima duda de que si se lo proponía, lo conseguiría, y anhelaba que lo consiguiera. Desde que probé por primera vez a una mujer, descubrí que me gustaban mucho. Por supuesto, después de papá, que para mi es Dios. A pesar de que solo la conozco desde hace unas pocas horas, Blanquita me ha entrado por el ojo.
    
    Abrí los ojos y vi la espalda de mi nueva amiga que seguía durmiendo placidamente. Busqué a papá con la mirada y le vi sentado en el sillón.
    
    —Despiértala: cómela el chocho, —ordenó con una sonrisa. La voltee un poco separándola las piernas y comencé a chupar su vagina con afán desmedido. Aún somnolienta, noté cómo su respiración de agitaba y a los pocos segundos empezaba a gemir mientras con la mano me acariciaba la cabeza. Se corrió con un fuerte orgasmo que la dejó despatarrada y feliz.
    
    Papá la dejó recuperarse y luego la ordenó que me chupara a mi. Inmediatamente cumplió la orden y yo también me corrí. Después, estuvimos un buen rato morreándonos mientras papá nos contemplaba complacido desde su lugar de privilegio.
    
    —¡Venid aquí las dos! —ordenó señalando con el dedo el espacio entre sus piernas. Rápidamente nos acercamos y arrodillándonos comenzamos a chuparle la polla hasta que se corrió inundándonos la cara a las dos.
    
    Papá lo arregló para que Blanquita se trasladara a nuestro hotel y le dieran una ...
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