Con las manos en la masa PARTE DOS (Paola) - Relatos Eróticos

Con las manos en la masa PARTE DOS (Paola)

... visitas. Me ordenó que fuera por ellas porque ella iba por los colores que pensaba me iban a favorecer con el atuendo que traía.Ahora un poco mareada por el vino ya mis miedos comenzaban a desaparecer entrando en mas confianza.Caminé de nuevo hasta el cuarto a pasos largos y en linea recta pretendiendo caminar como una dama de los 40s. Encontré las uñas falsas y regresé de inmediato a la cocina, tomé mi copa y la degusté una vez mas.Paola llegó con una caja llena de barnices para uñas, tomó de nuevo un trago a su copa. Se notaba que también ella sentía los efectos del vino, se notaba mas relajada que antes y comenzó su búsqueda frenética del color adecuado. Sacó 6 colores rojos de varios tonos y me pidió que escogiera.Después de unos minutos de toma y daca, encontramos el perfecto. Me puse las uñas y ella empezó a pintarmelas. Que cosa mas increible, nadie nunca me había pintado las uñas.Terminamos la botella de vino y abrimos otra.Yo estaba lista. Mi amiga esperó a que secaran mis uñas, luego se paró de su asiento, caminó hacia mi a pasos cortos y mordiéndose el labio inferior como cuando era niña sin quitarme la mirada de encima extendió la mano y me dijo que caminara con ella hacia el cuarto de juegos donde había un espejo para que me viera a mi misma.Le pregunté, "¿cómo me veo?"Me dijo, "te ves muy bien, ve (refiriéndose al espejo)"Me quedé boquiabierta, Iliana había subido la rayita un poco mas en un estilo diferente.Paola "chiquita que aunque con esos tacones mides 2 ...

... metros, te ves increible, quiero sacarte yo las fotos, espera que voy por mi cámara."En dos segundo brincó y corrió hacia el estudio donde tenía su equipo. Regresó con la cámara, claro, una mucho mejor que la mía y todo comenzó.Me dijo que iba a sacarme fotos increíbles, que solo fuera yo misma y que le siguiera contando mis aventuras.Ya era la una de la mañana, y estábamos descorchando la tercera botella de vino.Paola me pidió que posara para ella en el sillón, acepté; traía la cámara en la mano, la bajó a la mesa de centro y me dijo que esperara un segundo y me dijo, "es justo que haga esto." Se quitó los tenis, se bajó la falda y se quitó la blusa. Solo se quedó en bikini y bra, que por cierto no cordinaban.Le dije, "mujer, no cordinas, ¿qué pasa?"Me dijo, "ese no es tu problema, concéntrate en la cámara."Le respondí, "ok"Sacó cerca de 30 fotos en el sillón. Me dijo que me moviera a su cantina. Esta mujer estaba húmeda, lo podía ya oler.Yo disfrutaba de mis fotos, pero caminar y cambiar de posición en tacones cansa mucho. Pedí una pequeña tregua para seguir. Aceptó. Y en ese momento sacó el tequila. Dos caballitos y yo en ese momento me quité los zapatos que me estaban matando.Las dos en el bar tomamos el primero y el segundo de un trancazo. Noté que su bikini dibujaba ya una mancha húmeda y le dije que si estaba emocionada al tomar fotos. A lo que me respondió que desde ya unas horas atrás andaba así.Le dije que me iba a desmaquillar y ponerme algo mas cómodo. No dijo ...