AMORES QUE MATAN
Fecha: 11/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
AMORES QUE MATAN Corro con el triste orgullo de haber sido el hazme reír de toda una ciudad, fui la noticia de cuanto medio noticioso existiese, fue sentir la compasión de familiares, amigos y vivir a partir de ese momento un auténtico calvario, donde el psicólogo es el único lugar en donde puedo dar paz a mis penas. Hoy es un día de sentimientos contradictorios, al escuchar que María Laura, mi ex esposa era condenada a diez años efectivos de prisión no pude más que esbozar una sonrisa y respirar con alivio, pero al mismo tiempo sentí un profundo dolor, como habíamos llegado a ese punto? Todo había empezado tiempo atrás, María Laura y yo nos habíamos conocido en la facultad de medicina, ella es dos años mayor que yo, y bueno, nos enamoramos, nos recibimos, nos especializamos, por mi parte soy traumatólogo, ella hace cirugías plásticas, nos casamos, tuvimos tres hijos, compartimos lugares de trabajo, ya saben, como suele suceder en muchos matrimonios. Fue cuando Erika apareció en mi vida, ella era una nueva enfermera en una de las clínicas en que compartíamos trabajo, pisaba los treinta, muy bonita, delgadita, de media altura, cabellos lacios tenidos a rubio brillante que llegaban al nacimiento de su cola, mostraba un cuerpecito armónico, nada exagerado ni opulento, pequeños pechos, pequeña cintura, una colita diminuta redondita como una manzanita, era simpática, demasiado para lo que una esposa puede soportar. Ella vestía normalmente, no era de llamar mucho la atención, pero ...
... solo imaginarla desnuda se me hacía casi perfecta, se esas hembras que no les sobra ni les falta nada, que tienen todo lo justo en su justo lugar. Era excelente en lo suyo, de las mejores, laboralmente no había nada que objetarle, pero por otro lado su historia de vida pasó de boca en boca, su reputación no la dejaba bien parada, se comentaba que era mujer de todo aquel que se lo propusiera, que llevaba una vida de libertinajes prohibidos, que se encamaba con uno y con otro, era un secreto a voces. Estaba casada, su marido, un tipo cincuentón era chofer de camiones de larga distancia, solía ausentarse semanas de su domicilio, cosa que no hacía más que facilitar los amoríos de Erika, incluso Jonás, el hijo de ocho años, no se parecía nada a su padre, eran verdades que todos sabíamos… Además tenía un cierto glamour en sus palabras y en sus posturas, de esas putitas que se hacen las inocentes, como que parecen no darse cuenta de las cosas que dicen, o las cosas que hacen, pero que en el fondo solo son provocaciones que dejan a los hombres calientes hablando de ellas a sus espaldas… Y Erika jugó conmigo, jugó de la misma manera en que jugó con cada hombre de la clínica, y si yo no había avanzado era solo por María Laura, ella ya me había perdonado varias infidelidades y me tenía al jaque. Sin embargo eso no impidió que la enfermera me regalara varias fotos en traje de baño que guardaba celosamente en mi celular, la bastarda usaba una tanga que solo era casi un hilo dental, y no ...