Cogiendo el gusto al taxi - Relatos Eróticos

Cogiendo el gusto al taxi

... Mirasierra y ya te indico.

- OK

Con esto de que aunque conocía Madrid era un poco novatillo intentaba ir pendiente del camino. Aunque mis ojos me traicionaban no podía dejar de mirar de reojo esas preciosas piernas. Me estaba puniendo malo la jodia niña.

-¿ ya para casita? ¿Qué tal la noche? Haver si con un poco de conversación me relajo.

-bueno no a estado mal. La noto un pelin tensa. Y por como0 me miraba de reojo me daba que algo mas quería decir.

-dime mujer note cortes que no suelo morder.

-jaja ¿ no sueles? Esto parece relajarla.

- hombre hay ocasiones en que uno no puede evitar dar algún mordisquito. La contesto con picardía a lo que ella me mira con cara diablilla y sonríe.

Andaba mirando la carretera con una mano en la palanca de cambio cuando noto que pone la suya encima. ¡PING! La miro y me sonríe, no me lo creo me esta tirando ficha una clienta y jode como esta la tía, ni corto ni perezoso planto mi mano en su preciosa pierna.

- te queda genial esa faldita tienes un cuerpo precioso.

Se ríe parece gustarle el gesto asíque empiezo a deslizar mi mano por su muslo desde la rodilla hasta su mini pudiendo apreciar su suave y tierna piel. me echa una de sus miradas traviesas y me pregunta.

- ¿tienes novia?

- Pues no mujer soltero y sin compromiso.

La temperatura de l taxi va subiendo y viendo su pregunta entiendo que es una invitación a dar otro pasito.

- ya estamos llegando ¿por donde tiro?. Mientras le pregunto deslizo ...

... lentamente mi mano por debajo de su faldita hasta colocarla justo en el final de su muslo por la parte interna. Noto como mi dedo meñique queda rozando su suave ropa interior. Esto parece sorprenderla por lo que la dejo hay paradita sin moverla.

- Digo que ya estamos¿ por que calle tiro reina?

- A si perdona tu sigue… después de dudar unos segundos empieza a indicarme para callejear por el barrio.

Viendo que se me iba a acabar el chollo decido ir a por todas. Lentamente coloco mi mano encima de su tanguita rosita que podía ver ahora al quedar la falda levantada por la postura de mi mano y bingo la delicada prenda estaba empapadita. La jodia niña estaba disfrutando de la situación y abriendo mas sus piernas me deja espacio para ir realizando lentos y delicados círculos por encima de su delicada prenda. Pequeños gemidos se la escapan cuando me da su ultima indicación.

- esto no tiene salida. La calle daba a un aparcamiento sumido en la oscuridad de la noche. Me río presintiendo lo que vendrá a continuación. Ella acompaña mis risas me mira con sus ojillos cargados de lujuria.

- Por que no aparcas por aquí, no pasa nadie a estas horas.

Sin dudarlo un instante busco un rincón oscuro al final del aparcamiento donde coloco el taxi, apago el motor las luces y paro el taxímetro ( 14,35) marcaba.

- Por que no vamos atrás estaremos mas cómodos, le digo.

- vale.

Salgo disparado del taxi y la alcanzo cuando sale por la puerta del copiloto. La agarro fuertemente ...