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KIYO AYÚDAME POR PAPERFOX 19. TADUCIDO POR SEBASTIAN
Fecha: 16/05/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... Kiyo boca abajo. El humano levantó las caderas de su compañero, lamió uno de sus dedos y lentamente llevó su dedo mojado al culo del mamodo, quien gimió víctima de una mezcla de placer y dolor. El ojiclaro se estremeció y apretó el dedo del pelinegro. –Me aprietas muy duro. Creo tener una mejor manera de prepararte. Kyo quitó su dedo y llevó su boca al agujero de Wonrei. Éste gimió al sentir la lengua del otro explorar su virgen entrada. –Kiyo, se siente extraño. Kiyo respondió agarrándole la polla para empezar a masturbarlo. Wonrei gritó de placer y, en poco tiempo, se acostumbró a la sensación de la lengua de su salador. Cuando el pelinrego pensó que estaba lo suficientemente lubricado le quitó la lengua del culo y colocó su virilidad. Lentamente empujó la cabeza y el muchacho en problemas gimió. «¡Kiyo, duele!», se quejó el sometido. En consecuencia, Kyo acarició su miembro y se inclinó hacia adelante para besarle el cuello. «Lo sé, sólo relájate y verás que se siente bien rico», por esto el mamodo se intentó soltar un poco. Viendo la actitud más receptiva de su amigo, el estudiante introdujo un poco más su verga. Al principio, fue despacio, para pronto enterrarla más profundo y ahondar más en el trasero del mamodo. El ojiclaro le pedía parar porque el dolor era muy grande. El pelinegro le dedicó unas tiernas palabras y le estimuló el glande logrando que por fin se relajara. –Me voy a mover ahora –susurró Kyo. Kyo empezó a penetrarlo con lentas embestidas. No pasó mucho ...
... tiempo antes de que encontrara la próstata del de ojos claros. Lo encontró gracias a que el mamodo arqueó su espalda y se apretó alrededor del gran instrumento. El estudiante sonrió y vio una pregunta en los ojos de Wonrei. –Esa es tu próstata y por eso se siente delicioso. Kiyo comenzó a moverse velozmente mientras golpeaba la próstata del otro, una y otra vez. La polla del penetrado dejó ver una gran cantidad de pre-semen; por ende, el humano lo empezó a masturbar. –Kiyo se siente bien rico, más… ¡más!. Haaa… Obligado a brindarle más placer, el pelinegro llevó su mano para jugar con los pezones del chico monstruo, haciendo que éste jadeara y aquera las caderas. –¡Me voy a venir! –gimió Wonrei y Kiyo ferozmente aumento el ritmo. Wonrei, presa del placer, gritó el nombre de Kiyo, cuando se vino. Luego, el humano hizo lo mismo cuando su semen salió disparado llenando a la desesperada víctima. Ambos se tumbaron, el estudiante salió del interior del otro y se giró para que quedaran cara a cara. Después, los dos compartieron un beso y el mamodo acogió al otro con un gran abrazo. –Wonrei, no es que me moleste; pero, ¿por qué vienes a mi? –Le dije a Li-en lo que me estaba pasando, pero ella me respondió que era mejor que hablara contigo. Acepté porque sabía que podía confiar en ti. –¡¿Kiyo?!¡¿Kiyo?! –se escuchó de afuera. A continuación, Kiyo salió disparado de la cama y corrió hacia la ventana. Li-en estaba en la acera, le sonrió y le dio las gracias mostrándole el pulgar. Kiyo ...