Un viaje al Río - Relatos Eróticos

Un viaje al Río

... comencé hacerlo, entones Al se me acercó por el otro lado y me dijo lo mismo, libere a mi verga y con ambas manos ocupadas entonces en vergas distintas pues podía sentir el grosor y la longitud de cada una de ellas. En eso M se me paro delante y me dijo que si era posible que me agachara para que le hiciera una mamada a lo que yo dije que con gusto, entonces el resto de los 3 chicos también acercaron sus vergas y solté las de los otros dos y todos se pusieron a mi alrededor mientras mamaba cada una y con las manos iba también dándole una buena paja. Ellos se topaban el pecho bien marcado me cogían por la cabeza y se movían mientras me penetraban la boca en fin toda una delicia. Uno de ellos sugirió ponerse en una línea recostados a los troncos, así yo podría pasar por cada una de sus vergas hacerle una buena mamada y así lo hicimos luego de un tiempos An me dijo que quería ser el primero en clavarme por detrás y de la mochila saco un frasco de lubricante y unos paquetes de preservativos, M dijo que aún no era tiempo que faltaba algo más, pues por lo que me puso de espalda me arqueo un poco y me besaba las nalgas y me lamia el ano, y metía uno o dos dedos, otro de los chicos también vino por la parte posterior o sea encima de mí y compartía junto con M la lamida de mi ano mientras yo le mamaba su ...

... verga, los demás estaban parados alrededor masturbándose y mirando todo, entonces m le dijo An, que ya estaba listo y se puso detrás y fue metiéndola poco a poco hasta que sentí que se había ido completa y empezamos a pasarla de lo rico, mientras con mi boca seguía mamando las vergas de los otros 5 por turnos, y cada vez que alguno se emocionaba dándome verga lo apartaban y me la metía otro y así los 6 fueron pasando. Yo me sentía en la gloria con tanta verga a mi disposición y les dije que no quería que ninguno se corriera dentro de mí, que yo quería toda esa leche en mi rostro o en mi boca, algo que les dio mucho más morbo, volví agacharme entre ellos y sus vergas me punteaban la cara mientras se masturbaban y yo me metía alguna que otra para ver sus caras se placar y entonces sus piernas y abdomen se contraían y los chorros de semen volaban directo a mi boca, mis hombros y pecho. Claro que mientras asaba todo esto mi mano se sentía frenética en mi verga coincidiendo las corridas de los chicos con la mía. Una vez terminados todos de expulsar nuestro semen nos reíamos y mirábamos y entonces O dijo que era hora de seguir tomando y bañándonos, ya era de noche, así que nos volvimos a meter al agua a limpiarnos bien y salir para regresar. PD: Espero les guste es un hecho real que sucedió la semana pasada.