1. Me tiré a mi amiga culona


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... penetrarla. La introduje, pero solo entraba mi glande. Ella miró a mi pene y ayudó separando sus labios y abriendo sus muslos un poco más. Entonces entró del todo.
    
    -Uf, gimió. Házmelo suavemente. Me pidió.
    
    Obedecí, por supuesto. Di un primer empujón y me quedé quieto dentro de ella, para que sintiera mi pene, pese al preservativo. Luego empecé con el vaivén. Iba despacio, suavemente, como me había pedido. Mi pene entraba y salía y ella me apretó más con sus piernas. Me abrazó con sus brazos y yo seguía bombeando.
    
    Yo notaba como ella iba disfrutando más y más. Su cara era maravillosa entonces. Se mordía el labio inferior y al poco, tuvo su primer orgasmo.
    
    Me apretó más fuerte con sus piernas al correrse y me pidió perdón, por si me había hecho daño. Le dije que no se preocupara y seguí entrando y saliendo de ella.
    
    Después de un rato me corrí dentro de ella y Liliana tuvo su segundo orgasmo. Saqué mi pene y me tumbé junto a ella, recuperando la respiración.
    
    -Ha sido fantástico. Me dijo. Casi nunca había disfrutado tanto.
    
    -Para mi también ha sido fantástico Liliana. Pero quería pedirte algo y no sé si querrías.
    
    -Cuéntame. ¿Qué has pensado?
    
    -Me da corte decírtelo...
    
    -Anda dilo.
    
    -Pues... para que veas que te aprecio y no me fijo solo en tu cuerpo... quiero que lo hagamos en la postura del perrito. Quiero ver tu culo frente a mi. Me gusta tu culo y...
    
    -No digas más. ...
    ... Hagámoslo así.
    
    Pensaba que se enfadaría, que me diría que era un guarro o así, pero aceptó sin pensarlo. Estaba contento.
    
    Fui al baño y me quité el condón usado, que tiré en una pequeña papelera que tenía en el baño. Volví y la coloqué a cuatro patas. No tenía cabecero en su cama, así que se apoyó en la almohada. Me puse otro condón y me dispuse a penetrarla.
    
    Abrí sus muslos y separé sus labios. Empujé primero mi glande dentro de ella y luego empuje más, hasta penetrarla del todo.
    
    -Vamos a ello. Le dije.
    
    Empecé a moverme con ese movimiento de bombeo, que lleva dándonos tantas satisfacciones durante tantos miles de años.
    
    Liliana ya gemía como loca desde el principio. Estaba estimulando su punto G al máximo y ella se moría de gusto. Al oírla gemir así, yo me excite más aun, y no pude tampoco reprimir mis gemidos.
    
    Su nalgas grandes botaban contra mi. Me perdía en su culo grande y hermoso. Sus mulos también temblaban con cada embestida y al poco rato, nos corrimos los dos como locos, haciendo que el vecino o vecina de al lado golpeara la pared para que nos calláramos.
    
    Ya repuestos los dos del placer, nos tumbamos juntos como antes.
    
    -Gracias por todo. Me dijo. Me has hecho recuperar la confianza en los hombres.
    
    -De nada. Por cierto, me quedaré a dormir contigo sino te importa.
    
    Ella se alegró mucho. Y nos dormidos abrazados uno junto al otro y ella con su cabeza apoyada en mi pecho. 
«1234»