1. CUANDO GABRIEL REENCONTRÓ A MERCEDES


    Fecha: 27/05/2019, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... previsto, pues los padres pronto reclamaron la vuelta a casa. Tan pronto volvieron a casa, papá y mamá pidieron a Mercedes que, como cada noche, les preparara su vaso de leche bien calentita, y ella así lo hizo. Al momento los padres se fueron a la cama y Gabriel hizo lo mismo muy poco después. Cuarenta minutos después, o tal vez más, cuando Gabriel empezaba a sumirse por fin en los primeros y someros sueños, el ruido de la puerta al abrirse le fastidió el proyecto onírico. Entreabrió un ojito y al momento abrió los dos como platos, al tiempo que de un salto, como quién dice, se sentó en la cama • ¡Pero!. ¡Pero!. ¿Estás loca Mercedes? Si los papás te ven aquí, en mi cuarto, y de semejante guisa… Lo menos, lo menos… ¡Me capan!. ¡Me capan Mercedes, me capan! ¡Y de ahí p’arriba!. Efectivamente, era Mercedes, su hermana. Descalza y con un camisoncito de tirantes cuya tela, de puro tenue y liviana, era casi transparente. Y cortito, muy, pero que muy cortito, pues para llegarle a las rodillas le faltaba un trecho. • Tranquilo hermanito; papá y mamá duermen como troncos. Acabo de pasar por su puerta, y roncan los dos que tú no veas. ¡Anda con mamá, siempre quejándose de los ronquidos de papá! ¡Pues menuda “trompeta” gasta cuando duerme boca arriba, como ahora! Te garantizo que a esos les tendremos que despertar si queremos despedirnos de ellos antes de irnos, porque, de “motu proprio”, no despiertan antes del medio día. • ¿Y eso tú cómo lo sabes? • Sencillo hermano. En los vasos de ...
    ... leche les he disuelto somníferos que dormirían hasta a un caballo • ¡Pero cómo haces eso insensata! Gabriel se había tirado de la cama al oír lo de los somníferos, dispuesto a ir al cuarto de sus padres a despertarles y mantenerles despiertos hasta que el efecto se hubiera pasado, ante las consecuencias cardíacas que la locura de su hermana pudiera producir. • ¡Tranquilo hermano, tranquilo! Todo está bajo control. No iba a ser tan irresponsable como para darles una sobredosis que se los llevara al Otro Barrio. Para eso tiene una amistades, y mi amiga Lola, la médico que atiende, precisamente a papá y mamá, me ha dado la dosis suficiente para mantenerlos dormidos y sin esos peligros. No pensarás que quiero matarlos. Gabriel quedó más tranquilo con lo que Mercedes le dijera. Pero al punto se volvió a intranquilizar recordando algo de lo que su hermana dijera y que al pronto no lo captó, pendiente como estaba por el resultado que para la salud de sus padres tuviere la “trastada” de Mercedes • ¿Se puede saber qué quieres decir con eso de “Despedirnos de papá y mamá antes de irnos? • ¿Sabes hermanito? ¡Pareces tonto! Porque, digo yo, que lo de “Despedirnos de papá y mamá” está bien claro: Que tú, mañana, no te vas a ir solo, sino que yo me voy contigo. ¡Que nos iremos los dos juntos, vaya! • ¡Ni hablar del peluquín! • ¡Ni hablar de no irme contigo! Y no te pongas tonto que ya sabes que te puedo… (Mercedes se echó a reír en las narices de su hermano, de la forma más descarada que ...
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