1. LA NIÑA PRECOZ


    Fecha: 25/08/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    LA NIÑA PRECOZ
    
    Aunque nunca ha sido bien visto, el hecho de que alguien del sexo masculino juegue con personas del sexo contrario, yo lo hacía con mucha regularidad, mas que todo porque en el vecindario en el que vivía, habían más mujeres que hombres y estas así lo permitían.
    
    Elizabeth era una niña de 13 años, que habitaba un pequeño departamento de 2 piezas ubicado al fondo de un gran jardín que había en la casa rentera en la cual habitábamos, tenía un cuerpo bastante desarrollado para su edad, lo cual indicaba que al alcanzar su pleno desarrollo corporal, se convertiría en una mujer de excelentes proporciones y belleza física, ya incluso a la edad que tenía era asediada por los hombres adultos del vecindario.
    
    Nos encontrábamos jugando marros entre varias personas, hasta que Elizabeth nos invitó a su departamento con el propósito de jugar con un pequeño juego de ollas y cocina que sus padres le habían regalado. Para entrenar estos juguetes se decidió cocinar algo aunque sea en pequeñas proporciones, pero también decidimos que era pertinente jugar a la mamá y al papá paralelamente, razón por la cual yo fui escogido para hacer el papel de papá y Elizabeth el de mamá, ya que el resto de participantes de acuerdo a su sexo eran los hijos de nuestro matrimonio de Juego.
    
    Se nos proporcionó pequeños platos de papas fritas y una salchicha, sendos vasitos de jugo y luego imitando a los papas que nos encontrábamos interpretando y para terminar el juego definitivamente, ...
    ... mandamos a nuestros supuestos hijos a la escuela. De inmediato Elizabeth me invitó a pasar a su departamento, luego de explicarme que sus padres y hermanos mayores no se encontraban, una vez en el interior, pude apreciar que los cuartos eran ocupados solamente como dormitorios ya que había 3 camas en el cuarto de entrada y una más en el dormitorio de sus padres, razón por la cual nos sentamos en la cama que le correspondía y conversamos largo rato, de pronto Elizabeth se acercó inesperadamente y me besó en la boca en forma lenta y constante, luego de lo cual me dijo:
    
    .- No me vas a decir que estás asustado, que no sabías que los papas se besan y se quieren, déjate de recelos y sigamos jugando a los papas.
    
    Luego de lo cual se paró junto a mí, me abrazó y puso mi cabeza entre sus pechos, mientras respiraba lenta y dificultosamente, seguidamente se inclinó y me besó ya sea en la boca, en los ojos, en los lóbulos de las orejas o en el cuello, de inmediato abrió los botones de su blusa y acercó a mi boca sus pequeños senos para que los besara y acariciara, lo cual hice con bastante temor, puesto que temía que sus padres regresaran.
    
    Al comunicarle mis temores, se dirigió a la ventana del cuarto de sus padres y la abrió de par en par, seguidamente procedió a cerrar el picaporte interno de la puerta de entrada y sacándose la ropa apresuradamente, me dijo:
    
    .- Ya no tengas miedo mi amor de que puedan llegar de improviso mis papas, si así ocurriera salta por la ventana y espera ...
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