Pater familia - Relatos Eróticos

Pater familia

... no sabemos de quien es hace 40 años, iniciamos este negocio y nuestro amor. En el galpón había bolsas de harina, y un horno a leña, bastante leña cortada y masa madre podrida. Limpiamos todo el día, a la noche encendió el horno, funcionaba todo bien, amasó pan sin levadura porque la masa madre no servía y dejo cerca del calor masa sin amasar mucho, me dijo para mañana habrá levadura. El pan sin levadura lo hizo muy finito y se cocino sobre la piedra del piso del horno muy rápido, quedo como una galleta blanda. Saco los panes y separo uno cuantos para hacer galleta. Me mando a comprar queso fresco, tomates y otras cosas más, luego con esa masa hizo unas pizas sabrosas para comer nosotros y una vez frías las masas las volvió al horno para tostarlas, así hizo las galletas marineras. Yo solo ayudaba y aprendía. Lavé la casa y quedo aceptable. Me pude bañar y el también lo hizo, claro separados, aunque ya me hubiese gustado me propusiese hacerlo juntos, me gustaba tanto, me comenzaba a enamorar. Era algo nuevo para mí pero me estaba ocurriendo. El muy correcto me trataba como una hija, y además era su ayudante en todo. Luego vamos juntos al almacén de ramos generales y compra una cama grande con colchón y sabanas, almohadas, ropa para mi, un par de batones y me indica que otra cosa necesitaba, un camisón y bombachas, jaja corpiño no usaba pues tampoco tenía que guardar, era una nena. Platos, vasos cubiertas, cacerolas, víveres diversos, bastante azúcar, sal y dulces de batata y ...

... membrillo. Le digo que el membrillo no me gusta y me dice que no es para nosotros. Nos traen todo a casa y arma la cama yo la tiendo y tiendo el catre cercano, me dice que no que duerma con él, eso sí lo entendí, me dio ganas pero le dije que no, me dice al revés, era que me acueste a los pies. Acepté. El se había afeitado y parecía más lindo, pensaba si pudiese besarlo…. Yo estreno mi camisón y mi nueva bombacha, me acuesto feliz, soñando que me abordaría y yo lo aceptaría con gusto, aunque estaba cansada y al rato ambos estábamos dormidos cada uno por su lado. Era todavía de noche se levanta y se viste va al galpón. Me dió, no sé que, y me levanto ya estaba amasando y poniendo leña al horno, Caliento agua y hago mate, le ofrezco y me mira como asombrado le enseño a chupar la bombilla y le gustó, allí nació un criollazo de origen siciliano. A las 7 reabrió la panadería, y nunca más cerró, hasta estos días terribles. Había galleta de campo y pan redondo, a las 8 pan francés y al mediodía factura. Para mi eran postres, muy pocas había comido en mi vida. Esa tarde me enseñó a atender y a cobrar, yo ya sabía leer y los números, sumar y restar era fácil y a la moneda la conocía bien. Yo era muy miserable a veces me dejaban cinco centavos de propina, los fui poniendo en un frasco, eso era mío, me compraría zapatos, ya que nunca había tenido. Cuando le cuento a Mario mi proyecto rio y a los dos días me lleva al almacén a que elija un par, me los regalo y yo guardándome las moneditas, ...