1. EL CULETE DE ELENA


    Fecha: 29/05/2019, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... previos. Y la polla se me puso como una piedra. Me dolía de tanta excitación. Ella bajo la vista y me miro.
    
    - La tienes así de verme, o de pensar en lo que me has pedido.
    
    - La verdad, Elena. Por un momento he pensado que me dejarías penetrarte sin preámbulos. y mira como me he puesto.
    
    - Pues me lo estoy pensando, pero tengo miedo.
    
    - Mira, no te voy a mentir. Esto te va a doler. Seguramente mucho. Pero si me dices que si, quiero que lo tengas claro. Porque una vez en faena, no hay marcha atrás. Si dices que no, pues no. Pero si dices que si, es con todas las consecuencias.
    
    - Bueno, - me dice - vamos al dormitorio, y ya veremos.
    
    En su mirada había algo que me intimido por un momento. Todos sabemos que los hombres, somos en general muy valientes con la boca y unos cobardes con los hechos. y el tener tan cerca el deseo cumplido nos acojona a casi todos.
    
    Una vez en dormitorio, más relajados nos pusimos a jugar. Mis lectores/as ya saben que a Elena le encanta que le meta la mano entera en el coño, y así lo hice. Creo que el roce de los huesos de la muñeca dentro de ella la vuelve loca. Y así fue, gritaba de placer. Jamás la había visto así. Yo sabía que solo tenía sexo conmigo. Una mujer as no es de gusto de la mayoría de los hombres. Ellos se lo pierden.
    
    Así nos pasamos un rato, y en un momento de la tarde la tenía como yo deseaba. Tumbada de medio lado y con la pierna superior flexionada. Yo estaba como loco, así que se lo pregunta una vez.
    
    - Te ...
    ... apetece que te folle el culete como te dije. Recuerda que será doloroso.
    
    . Si, si, follamelo. Pero ten cuidado.
    
    Así que no dude. Se la metí brevemente en el coño para lubricarla un poco y de inmediato la penetre el culo. Sabía que le iba a doler y que quizá se arrepintiera, así que no dude. En cuanto me sintió entrar, dio un ligero respingo, pero no dijo nada. Quise entrar muy despacio, quería que sintiera por completo, nada de prisas.
    
    - Ay, como duele - pareció que quería retirarse, pero la tenía bien sujeta a pesar de su tamaño.
    
    - Quéjate si quieres, cielo. No te reprimas.
    
    - Joder, Dios, esto duele mucho Daniel.
    
    - Ya te lo dije. Quéjate lo que quieras. Si tienes ganas llora, no te cortes por mí. Pero no te muevas.
    
    - Ayyyyyyy.....- esta vez lloraba, tenia la cara de lado y vi sus lagrimas.
    
    Al contrario de lo que se pueda pensar, esto me excito más. Me dolía la polla de dura que la tenia, y tan apretada que estaba casi no pude ni entrar. Pero empuje con fuerza pero suavemente, muy despacio. Ya no disimulaba, lloraba de dolor, y mis palabras la hicieron sentirse mas libre de expresarse. Tenía la cara llena de lágrimas, y solo había entrado un poco. Empuje un poco mas y empezó a gritar.
    
    - Aaaaaaaaah, como duele crabrón!!!!
    
    - Espera un poco, aun estamos empezando.
    
    - Como empezando?, pero tengo el culo destrozado......
    
    En ese momento empuje un poco más. Casi estaba dentro del todo. Soltó un grito desgarrador. Me asuste y pensé que habían oído todos ...