1. Despertando a Bárbara


    Fecha: 29/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Armando80, Fuente: CuentoRelatos

    Era de madrugada y yo durmiendo en una cama que no era la mía. ¿Qué hacía allí? Miré a mi lado, algo somnoliento, y la vi allí en medio de la luz de la madrugada, era Bárbara, en ese entonces la mujer más atractiva del universo, o al menos la causante de que yo estuviera allí fascinado y con una gran erección. Tenía una silueta con curvas de muerte, lindo rostro, y dueña de unos ojos que me prendían a mil con solo parpadear, esos ojos de la mujer que se sabe deseada, y que tiene claro lo que puede lograr.
    
    Pero no voy a contar como fui a parar a su habitación, esa es una historia para otro relato. Lo que vale es que ella yacía a mi lado durmiendo desnuda, de manera plácida y con cara de inocente, y yo también desnudo, pero con cara de querer algo más. Sentí que ya era hora de despertarla. Sigilosamente me sumergí bajo las sábanas, abrí sus piernas y comencé a lamer sus cálidos muslos, casi hasta llegar a su sexo. Me detuve allí, y lamí con movimientos circulares, ella empezó a gemir en sueños lo que me excitaba más así es que aceleré el ritmo y le comí su coño, a lo que ella tomó mi cabeza y me ordenó que siga, obedecí, y le introduje un dedo en su vagina, pero con la otra mano acaricie sus senos, no quería perderme de nada.
    
    Su cuerpo entero se estremecía, ella se movía extasiada hasta que no se aguantó más y me dijo lo que todo hombre quiere escuchar: ¡Métemela!!
    
    Sin pensarlo dos veces le metí mi verga que ya estaba enorme y durísima.
    
    - Te gusta? - le dije- me ...
    ... encanta!! - respondió- y se la hice entrar rico por su vagina ya totalmente chorreada por sus propios jugos, perforé sus paredes vaginales y le levanté las caderas dejándolas en el aire y dejándola a ella totalmente sometida al poder de mis embestidas. Ella solo pedía que le dé a gritos, estaba vuelta loca, y yo estaba casi destruyéndola mientras seguía levantándola por los aires.
    
    Luego le pedí que se diera vuelta para hacerlo de perrito, ella dijo - yo soy tu perrita, y yo le dije que ella era un pedazo de hembra en celo y que la iba a hacer gozar. Ella se veía encendida en deseo. Bárbara tenía una cola increíble, bien formada porque se cuidaba, grande y paradita, me encantaba lo que veía y volví a perforarla, esta vez desde atrás. Ella exigió más fuerte, pero y yo la hice callar con una nalgada, y le seguí dando duro, la sujetaba de la base de su cintura y me movía rítmicamente. Yo seguía disfrutando el panorama y haciéndola gozar salvajemente.
    
    En seguida la puse por completo boca abajo. Veía su bello cuerpo de mujer sometido por mi cuerpo ejercitado, recorrí su cuello con mi boca y con mi lengua hasta llegar a sus oídos, para decirle que se prepare una vez más, ella estaba entregada al placer. Le apreté las nalgas y comencé un fuerte mete y saca, pero bajé el ritmo, acaricié su cuerpo, me detuve en su cola y le introduje parte de mi dedo como quien se coloca un anillo y le avisé que ahora le tocaba por atrás.
    
    Ella dijo- por ahí no, me duele el sexo anal - yo le dije ...
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