1. Vanesa


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Conocí a mi cuñada bastante antes que a mi mujer. Vanesa, que asi se llamaba mi cuñada, salía con un amigo de la infancia. Aquella chica me gustó desde el primer dia.Era sencillamente preciosa. Rubia y de pelo liso, menuda y delgadita, de ojos azules y piel muy blanquita. Tenía un buén culo y unas tetas ideales. Con los años había ganado algo de peso y se había hecho mujer, pues sólo tenía 20 años. Ese motivo le había otorgado más caderas y un culo y unas tetas hermosísimas. Lo cierto es que estaba más que buena. Nuestra relación siempre había sido muy buena, y que decir años después cuando me casé con su hermana. Como la relación entre su marido y yo era fabulosa ya que habiamos crecido juntos existía una enorme confianza entre las dos parejas. Yo iba a buscar a mi cuñada al trabajo o a la viceversa.
    
    Todo había sido normal hasta aquella noche. En el pueblo de mi infancia estaban de fiesta y el marido de mi cuñada lo celebraba en casa de sus padres. Mi mujer y mi cuñada por lo contrario trabajaban. Vanesa estaba de turno de tarde y mi mujer de noche. Había quedado yo de buscar a mi cuñada al trabajo ya que así la dejaría en su casa ,que distaba muy lejos de la de sus suegros y yo me retiraba después a la nuestra, que quedaba justo al lado.
    
    Vanesa trabajaba en una farmacia. Cuando llegué recogía y ordenaba recetas.
    
    Estoy enseguida- Me sonrió resaltando esos ojazos azules que tenía.
    
    Llevaba un pantalón flojito blanco y una blusita del mismo color. Estaba tan ...
    ... morena y hermosa. Me molestaban mis pensamientos como hombre hacia ella pero tampoco podía evitarlos. Era hermosa, muy hermosa...
    
    Entró al coche y su perfume resaltó su saludo:
    
    -Hola-
    
    -Hola- Respondí- Mucho trabajo?-
    
    -Bastante, la gente se pone enferma más en fin de semana que nunca-
    
    Como había quedado en dar un recado paramos en un pub del pueblo en el que vivimos. A quién debia entregarle el recado nadie lo habia visto y entonces pedimos algo de beber. No había tampoco prisa. Me sorprendió que pidiera un vermut pero tampoco era nada fuera de lo normal.
    
    Hablamos mucho tiempo y reíamos mientras las copas se sucedían- LA verdad es que nos caíamos bién, y conectabamos mucho. Sobre las 12 de la noche me dijo:
    
    -Nos vamos, cuñado?-
    
    -Cuando quieras- no se por qué pero me encantó que me llamara con esa dulzura cuñado.
    
    Nuestras miradas se hacían más confiadas que nunca y las risas perdían a veces la cordura. Así llegamos a su casa entre risas
    
    .-Pasas un moment?- me preguntó
    
    -Bueno, aunque será mejor no decirles nada a nuestras parejas, ya sabes como son de celosos...-
    
    -No hay problema-Sonrió
    
    Nos acomodamos en el sofá de la salita. Pusimos la tele y casi ni adevrtimos que estaban dando la bámbola . Mientras hablabamos nos bebimos casi una botella de Martini entre los dos. Vanesa reía sin control y a veces se apoyaba en hombro para hacerlo. Aquello comenzó a dispararme el morbo. Dios santo, era mi cuñada!! Pero estaba tan buena, y olía, olía de ...
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