El señor Manuel XIII
Fecha: 25/08/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: dbeni72, Fuente: xHamster
... salón, y le dijo:- Bueno, Manuel, le dejo al cargo de la casa y de esta bella dama, aunque sé que ella encantada de tan excelente compañía como es la suya.- No te preocupes, José. Qué te sea leve la noche.Los turnos de noche eran los más largos, y duran de 10:30 de la noche a 7:30 de la mañana en el puesto que ocupa mi marido. Por suerte, luego les compensan con algún día más de vacaciones al año a los pocos que rotan y pasan por ese turno. Así que tuvo que salir de casa antes de las diez, siendo aún de día.Esos cambios tan severos de temperatura me tenían agobiada, así que me fui a duchar, dejando la puerta sin cerrar del todo. Ya habíamos ido bajando la guardia en cosas como esa, y José y yo no cerrábamos del todo la puerta del baño, como hacíamos siempre que nos duchábamos.Terminé de ducharme, y me puse únicamente el camisón fresquito de la semana anterior. Y cuando pasaba por delante del otro baño, vi que la puerta del señor Manuel estaba entre abierta, y, sin saber por qué, me quedé quieta en el pasillo mirando por el trocito de hueco que dejaba la puerta sin cerrar del todo.Allí estaba yo, mirando a nuestro vecino ducharse, viendo como se enjabonaba, y cómo se frotaba esos testículos y miembro mayores que los de José. Estaba claro que el calor no solo había llegado a la ciudad, sino también a mis calenturas.Al ver que acababa, me fui a la cocina a echar la ropa sudada a la lavadora y regresé al cuarto a ponerme unas bragas, pero pensándolo bien, decidí provocar como ...
... las noches de la semana anterior, pero sin mi marido en la casa.Regresé al salón, y me coloqué frente a la tele, apoyando los pies sobre la mesita del salón, y Manuel se colocó en su sillón habitual.El programa era un poco rollo, así que pasé a la acción, y haciéndome la dormida, giré el cuello hacia el lado contrario de Manuel, y así poder verle por el reflejo de espejo que tenía en esa dirección.Mis piernas también se coloraron de manera que giraban hacia un lado, haciendo que el camisón subiera más, y mi nalga derecha empezaban a asomar, dejando caer ligeramente también el tirante, y dejando gran parte de mi pecho sin tapar, y el pezón a punto de salirse.Miré con los ojos entrecerrados hacia el espejo, y empecé a respirar como que dormía, resoplando algo.La cabeza del señor Manuel se giró hacia mí, y no me quitaba ojo. Se podía apreciar como su mano se apoyaba sobre su paquete intentando disimular una tremenda erección. Se estaba poniendo cardiaco, y a mí me encantaba ese juego. Sus ojos me observaban de arriba a abajo, mientras se tocaba su miembro para colocarlo en otra posición e intentar disimular su empalmada, pero imposible con tal calentura. Así que cogió una revista y la apoyó sobre su bulto.De pronto en la lejanía se escuchó un trueno muy lejano. Hice como que me despertaba, a la vez que me enderezaba y me subía el tirante.- Parece que me había dormido, pero ese trueno me ha despertado.- Sí. Eso parece, que esta noche vamos a tener alguna tormenta. Con este calor no ...