1. Dejé que se cogieran a mi esposa


    Fecha: 03/06/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Cuck, Fuente: CuentoRelatos

    Mi esposa y yo llevamos 8 años juntos yo 36 y ella 29 ella es muy hermosa de piel blanca y pelo negro además con unas tetas redonditas y un culo paradito.
    
    Somos muy calientes en la cama. Además nos gusta fantasear cosas a la hora del sexo ella tiene un juguetito al cual le damos demasiado uso en nuestras noches de sexo imaginándonos tríos con amigos compadres compañeros del trabajo de ella o cualquier otra cosa morbosa que se nos venga la cabeza.
    
    Mi esposa tuvo que salir una semana fuera del estado para cuidar a su madre que estaba enferma a su regreso decidimos ir a un antro a disfrutar el fin de semana, como siempre se puso hermosa con un vestido entallado Qué marcaba perfecto sus nalgas y un escote qué dejaba ver demasiado esos hermosos pechos.
    
    A mí no me desagrada que salga vestida como una puta al contrario me gusta que en la calle los tipos la desnuden con la mirada y eso a nosotros nos sirve para después imaginarnos esos tipos en nuestros juegos de cama.
    
    Pues llegamos al antro y empezamos a tomar unas copas y a bailar ya transcurrida la noche. Como siempre no faltaban las miradas pervertidas de varios hombres hacia las nalgas o tetas de mi esposa pero en particular me calentó mucho que un tipo sin importarle nada aprovechó cuando mi esposa se dirigía al baño para acercársele y decirle algo y darle una pequeña nalgada.
    
    Cuando miré eso lejos de enojarme, inexplicablemente tuve una tremenda erección y comencé a imaginarme cómo se miraría mi esposa siendo ...
    ... poseída por esa persona.
    
    Todos los tríos de amigos y juegos que teníamos en imaginación mi esposa y yo era sólo eso un juego para ella y yo disfrutar nuestra sexualidad jamás pensé que algún día me excitaría tanto volverlo realidad.
    
    Cuando ella regresó del baño le pregunté “qué te dijo ese tipo”, ella contestó “me dijo que le gustaría mucho mamarme mis tetas mientras me estuviera cogiendo” y ella soltó una pequeña sonrisa, yo al escuchar eso sentí por un momento que me estaba viniendo quería en ese instante llevar a mi esposa a casa, desnudarla y hacerle el amor como loco imaginando que ese tipo era el que se le estaba cogiendo.
    
    Pero ella se veía muy alegre y no quise arruinarle la noche, empezó a beber demasiado, algo que no es muy común en ella. Ya pasadas las 3 de la mañana casi no se sostenía en pie por lo que decidí era tiempo de llevarla a casa, por el alcohol ella ya no podía caminar, yo prácticamente la llevaba cargando. Cuando íbamos saliendo del antro nos topamos de frente con el tipo que había nalgueado a mi esposa, al verlo la verga se me paró y mis manos comenzaron a sudar imaginando aquellas palabras qué hacía unas horas él había dicho a mi esposa.
    
    Sin pensarlo le dije “Oye amigo, no seas malo, me ayudarías a llevar a mi esposa al carro que ha tomado mucho y parece que estuviera dormida. Estoy seguro que ahorita ni un tren la despertaría”, él no dudo un segundo en acercarse y decirme “claro no hay ningún problema”. Rápidamente la tomó por la cintura, ...
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