1. LA PERDICIÓN SEXUAL DE LA NIÑA ANGIE (3)


    Fecha: 05/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Después que me probó como mujer por primera vez, al policía le gustó, porque dos días después llegó, saludó con la abuelita, y preguntó por mí. Yo salí hasta la puerta de mi cuarto, y él me vio riendo, se acercó, y me dio un fuerte beso en la boca. Mi abuelita nos miró, y nada nos dijo. Por eso, aunque con un poco de miedo, le cogí de la mano, y metí al policía en mi habitación.
    
    “A que viene, que quiere” Le dije con timidez. Y el policía, mirándome con ansia me dijo con dominio: “vengo por ti, vengo a culiarte”. Y antes de que yo diga nada, me empezó a acariciar todo mi cuerpo, y a besar mi boca. Después, me hiso acostar desnuda sobre mi cama, y se quitó el pantalón. Su verga era muy grande y dura. El hiso que yo la coja.
    
    En la sala, mi abuelita puso música a alto volumen, seguramente para no interrumpir, ni oír nada, mientras ese policía me culiaba.
    
    Y él me cogió con deseo como a una mujer grande. Eso me gustó de el, el no me hiso sentir que yo era niña. Y acariciándome, besándome, se bajó para besarme aquí; en medio de las piernas. Su lengua picaba, su boca me chupaba excitándome, haciéndome sentir mujer. Y después, me hiso coger y besar su verga, solo en la puntita me dijo. Pero el me cogió de la cabeza, y me hundió la verga en mi boca bien adentro. Yo me la saqué despacio, y chupándole la cabeza de la verga de él, lo miré, y extendiendo mis brazos hacia él, lo abracé, y mirándolo a los ojos, lo besé, como si fuera su mujer.
    
    Arrecostada a el, y besándole en el ...
    ... cuello, le dije: “¿Para qué ha venido usted a la casa?”
    
    El, serio y bien varón me dijo: “He venido a buscar a mi mujer, a culiarla” Y apretándome con sus brazos duros y fuertes, me besó con dominio en los labios, mientras su verga gruesa y grandota, refregaba con fuerza mi pequeña vagina. Besándome, sus manos recorrieron mis muslos, y me volvió a besar con gozo. Después, me alzó un poco hacia arriba, y esa rica verga empezó a abrirse paso por mi vagina, que aunque estaba estrecha, estaba también jugosita. Yo recibí esa verga suspirando y con los ojos cerrados, mas…y más…y más adentro, sintiendo la penetración, la potencia, y el grosor de esa verga, que me hacía desear entregarme a él,… hasta el fondo.
    
    Y él, cogiéndome por la espalda y el cuello, me besó largamente, apasionadamente en mis labios húmedos y calientes, introduciendo con deleite su lengua en mi boca, me fue metiendo despacio y con deleite su fuerte verga, invadiendo mi intimidad de mujer, que ya estaba entregada a él.
    
    Luego, teniéndome abrazada y recostada en su pecho, el me levantó en peso, y me depositó suavemente en el mueble de peinado, a la altura de su miembro. Y después, abrazada a él, y mientras me besaba, me comenzó a penetrar con fuerza y dominio de varón, culiandome durante mucho rato con potentes embestidas, que yo correspondí, moviendo mi cintura hacia delante y atrás, abrazada a él, con los ojos cerrados, besando los pelos de su pecho, depositando y soltando mi aliento, que ardía de pasión, ...
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