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La Fábrica
Fecha: 05/06/2019, Categorías: Gays Autor: goose969, Fuente: CuentoRelatos
... llena de gente y poco a poco fui dejando a cada uno en las puertas de sus casas hasta que quedamos Victoria y yo solos, con 15 minutos para llegar desde el anterior hasta su casa. Al poco de iniciar la marcha me dice mostrando una sonrisa muy pícara: —¿por qué me dejaste para último si podías haberme dejado antes? Yo detuve la marcha, me acerqué bastante y le dije: —por esto —y le di un pico. En ese momento pensé que me iba a hacer un escándalo, pero lo que hizo me tomó por sorpresa, me dijo: —¿me lo repetís? Ahh bueee... ahí le comí literalmente la boca, estuvimos lengua con lengua a ver quién ponía más ganas, le agarré las tetas por encima de la ropa y fui metiendo mis manos por dentro haciendo contacto con su piel, suave y caliente hasta aprisionar esos pechos duros, grandes y con pezones que parecían querer reventar, todo sin dejar de besarnos. Nos separamos un instante y llama por el celular a su casa para avisar que íbamos algo retrasados con la repartida de gente. Termina la llamada y continuamos en lo que estábamos, pero no nos daba el tiempo para ir a mi casa y ella no quería que vieran la camioneta entrando a un hotel por lo que pasamos a la parte de atrás y ahí me bajó los pantalones y el bóxer y me chupa la pija, me lame ...
... bien la cabeza, todo el tronco que no voy a mentir mide 17 cm de largo y es algo gruesa, anda en los casi 7 cm de diámetro. Me hace un tratamiento especial a los huevos mientras yo subo la ropa para hacerme de esos globos que acaricio y aprieto. Le aviso que si no se detiene va a tener que tomarse la leche a lo que me responde que, no tenemos mucho tiempo para otras cosas hoy, así que sigue chupando hasta que me vacío dentro de esa boca caliente, ufff!!! creí que me iba a caer por la cantidad que salió y era fascinante verla tragar todo... Nos acomodamos la ropa, pasamos a la parte de adelante y emprendimos el recorrido de unos 10 minutos hasta su casa. Cuando llegamos, la madre me agradece por llevar a su hija y me invitan a cenar a lo que obviamente me negué, pero Victoria insiste diciendo que no puedo negarme a probar la comida de su madre y menos para ir a comer algo comprado, aparte que ella está muy agradecida por haberla alcanzado. Así que no tuve más remedio que cenar en su casa y oír como iban los preparativos de su casamiento que faltaban apenas 45 días. Al retirarme me quedó la sensación de que no iba a tener otra chance para estar a solas con ella, pero la vida te da sorpresas, y las mujeres pueden ser muy ingeniosas... Continuará...