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Infiel con el enemigo de mi esposo
Fecha: 06/06/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: timida28, Fuente: CuentoRelatos
... bañar mi cérvix y penetrar mi útero. Dijiste que la sacarías- sollocé – oh… puedo sentirte cuando te corres dentro de mí. Oh no, ahora no…ooohh.. se siente tan bien… Me estooyy corriendo… ooooohh Mis caderas nuevamente empezaron a empujar duro en contra de él sin que mi voluntad lo hiciera. El más intenso orgasmo que haya tenido me invadió mientras él continuaba bombeando dentro de mí y todo lo que yo hice fue sujetarlo por las nalgas y pegarlo contra mí aún más. Mi conciencia entera estaba enfocada en este placer entre mis piernas y grité de placer con la mayor experiencia sexual de mi vida. Oleada tras oleada de éxtasis recorrían mi cuerpo mientras lo envolvía con mis piernas y lo pegaba hacia mí más profundamente. Era maravilloso. Podía sentir su semen desbordando de mí y escurriendo por el agujero de mi culo, mientras él continuaba eyaculando. No podía creer que tuviera tanto. Mientras las oleadas se desvanecían poco a poco, podía sentir su tibia descarga expandiéndose en mis entrañas buscando mis ovarios sólo me quedé ahí recostada unos minutos en un estado de semiinconsciencia con la sensación de lo que ocurría dentro de mí. Cuando la realidad empezó a regresar a mí, lo hizo también el arrepentimiento de lo que había hecho. Miré hacia mis abiertas piernas y vi la brillante película de su semilla que colgaba sobre la pelambre de mi chocho hasta su estaca todavía parcialmente enterrada en mí. Qué había yo hecho. Empecé a llorar. Esteban lo notó y me miró ...
... profundamente a los ojos, besándolos suavemente mientras continuaba bombeando su ahora semi erecta polla. Mientras lo hacía podía sentir más de su descarga escurriendo de mi hinchada vulva. Dijiste que la sacarías… lo prometiste que voy a hacer si me preñaste, tú no eres mi esposo. Le reproché. Su respuesta me sorprendió Lisa lo siento pero te veías y te sentías tan rica. Nunca me imaginé que me permitieras que te follara, Lisa la bellísima esposa de Roberto, cuando me dijiste de que estabas fértil esta noche… bueno… tenía que darte lo mío. asegurarme de que me tuvieras mi hijo… y no el del hijo de perra de tu esposo. Hice una pausa y lo supe. Todo estaba ahora perfectamente claro. Entendí que había sido solo otra competencia. Esteban se llevaba lo mejor de Roberto. Me empecé a sentir realmente furiosa, no sólo con Esteban, sino también con Roberto que me había dejado caer en esta situación. En este punto ya no importaba. Estaba hecho. Nunca podría explicarle a mi esposo esto. Él nunca me lo perdonaría. Me emborraché y le permití a su principal rival que me follara y descargara su semen dentro de mí, directamente sobre mis desprotegidos ovarios en su momento más fértil. La noche que habíamos planeado como nuestra "cita" Considerándolo todo, las píldoras de fertilidad que estaba tomando, mis óvulos ya estarían fertilizados en este momento. Esteban me había llenado tanto con su potente esperma que yo sabía que ya estaba preñada con su hijo. Me di cuenta que era una lucha desde el ...