La sumisa perfecta
Fecha: 10/06/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Éste relato transcurre en México, aquí las mujeres son algo discretas en su mayoría. Resulta que todos los días llevaba a mi hija a la escuela primaria, yo soy un hombre de 40 años, mido 1,80 de estatura, siempre he practicado algún deporte y trato de conservar la figura, voy todos los días al gym. Y la verdad me encantan las mujeres. En ésta ocasión me encontré por enésima ocasión a la mamá de un niño que asistía al colegio en el mismo horario. Me llamaba la atención por que su mirada se me hacía muy perversas y cuando caminaba movia el culo de una forma espectacular, es una señora joven de aproximadamente unos 29 años, media de estatura aproximadamente 1, 60 cm, con un culo tan lindo que parecía firme a cada paso que daba, unas tetas tan puestas en su sitio que parecían hechas a mano por un escultor, su cara muy bonita y con una sonrisa de Ángel, paradójicamente esa sonrisa llevaba puesto un toque de lujuriosa que era difícil ocultar. Mi primer acercamiento fue para preguntarle por un festejo que se llevaría acabo en la escuela y quería saber la fecha, a lo que ella respondió que también estaría presente y que su esposo no podría asistir y que quizás nos veríamos y podríamos conversar con más tranquilidad por que los padres de familia eran muy entrometidos. Le dije al momento que si ella gustaba la podría invitar a tomar un café en la noche cuando su esposo se encontrara trabajando, a lo cual accedió. Esa noche pasé por ella a las afueras de su casa y de inmediato nos ...
... fuimos a la mía. Ahí, conversamos de diversos temas uno de ellos fue que su esposo noa sabia tocarla además de que siempre la hacia sentir menos y que a ella no le gustaba y por ello habían peleado desde un día anterior a que yo la abordara. Le preparé un café y después de haber tomado unos sorbos me acerqué sin pretexto alguno y ella en un principio trató de hacer su cuerpo para atrás, quedando contra la pared y mi cuerpo. Me miró con una sonrisa nerviosa y me preguntó que era lo que deseaba hacer. le respondí que le quería meter la verga al tiempo que la sujetaba de los cabellos y la besaba y mordía sus labios y apretaba sus senos con la otra mano, de inmediato la obligué a colocarse de rodillas frente a mi verga y ella sólo dijo que si le daba permiso de mamarmela. Ahí pude ver que le gustaría ser sodomisada. le dije. haaaa putita. Te gustan los madrazos verdad?. Y sólo hacia ruidos con la verga dentro de su boca. Al tiempo que me la estaba mando me quité el cinturón y se lo puse en el cuello diciéndole que desde hoy sería mi perra. la llevé caminando como perro hasta la sala y ella ladraba como la perra que es. Le quité su ropa y antes de meter mi verga en su boca le dí unas cuantas cachetadas y ella me agradecía con unas lengueteadas en mis huevos al tiempo que volvía a ladrar, siguió mamando y me pasaba su lengua por mi culo y eso me excitaba más. Me incorporé para escupir su cara y darle unas cuantas cachetadas más y ella me daba las gracias. después le ordené que se ...