La princesa de mi castillo - Relatos Eróticos

La princesa de mi castillo

Terminamos de cenar y la invito a mi apartamento, la habíamos pasado bien hasta ese momento y supongo que por eso acepto la “propuesta” ahora me fijo en su cuerpo me parecía perfecto y me llenaba de lujuria y ganas de recorrerlo ya en mi apartamento seguimos hablando y riendo mientras tomábamos algunas copas, veía lo hermosa que era en persona, no me contuve: le acaricio su suave rostro, veo sus hermosos labios y acto seguido nuestros labios se encuentran seguido de de un largo beso lleno de dulzura y de una pasión incontrolable, se levanta y me dice ¿Qué haces? Esto no puede pasar sabes que tengo novio y soy muy feliz con él, la abrasé en ese momento, su cuerpo temblaba quizás por estar en esa situación tan incómoda, luego me mira y me dice ¿Por qué me haces esto? En ese momento los dos podíamos oír nuestros corazones latir por la proximidad de nuestros cuerpos, ahora toma la iniciativa y me besa, nos besábamos una vez más, la cargo hacia la cama, ya nada importaba en ese momento, ella me saca la camisa de una forma violenta que aumento más mi excitación ella recorría mi abdomen con sus manos le quito su vestido color rojo que aumentaba mas la pasión, mis besos fueron bajando hacia su cuello, ella suspiraba, Le quito el brasier y veo sus hermosos senos marrones note como los tenía grandes y duros de excitación, le chupaba un pezón jalándoselos suavemente con mis labios mientas el otro los masajeaba con la otra mano, cuando siento su mano frotar mi pene por encima del ...

... pantalón, sentada en la cama me los baja y este quedo justo frente a su cara, veo como lo mira y me mira con esos ojos que sentía que me mataban, la sigo recorriendo, la besaba en cada parte hasta que llegue abajo donde vi mojada su tanga sobre su vagina, la acuesto en mi cama y se las baje, pude ver su hermosa vagina ¿te gusta? No la deje terminar y ya estaba yo pasando mi lengua y saboreando sus jugos que la mojaban, le metía mi lengua en su vagina que ya estaba muy hinchada de excitación mientras con la mano le acariciaba su clítoris, ella moría de placer, entre gemido me dice ¡métemela ya papi! Agarro mi pene que ya estaba muy erecto jamás lo había visto crecer tanto había de ser por aquella mujer que tanto había soñado, lo lleve directo a su vagina y se lo metí de una vez ambos estábamos muy mojado, le susurraba cosas al oído mientras nuestros cuerpos seguían disfrutando de nuestro momento, ese momento que quería que nunca se acabara, me acuesto sobre la cama y le digo “ven hagamos nuestro numero del amor” (69) ella se sonríe se coloca arriba dándome su vagina y ella frente a mi pene, que delicioso se sentía cuando pude notar que cada vez se exaltaba más me dice “que rico papi me estoy viniendo” yo seguía pasándole mi lengua hasta que vino un grito muy fuerte, me había tomado todo su jugo y eso le encanto mientras continuo chupándomela después de ese mágico y delicioso momento, fue su primer orgasmo de la noche, se levanto y se sentó en mi pene dándome la espalda que sexi se ...