1. Mi Tio El Ranchero (6TA Parte).


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Masturbación Primera Vez Tabú Autor: Juan_Ivan, Fuente: xHamster

    ... A ver pues ven para acá. Deja hacerte piojito a ver si te agarra sueño.Y esto me puso a 1000 otra vez. Me corrí para acomodarme boca abajo, igual que la noche anterior, pero me dirigió de manera diferente. Levantó el brazo y me indicó que apoyara mi cabeza en su pecho, para poderme alcanzar la espalda, y al acomodarme terminé recostado casi en su hombro, debajo de su axila. Mi mano fue a dar a su pecho y mi verga chocó contra su pierna, y que por cierto, al sentir sus vellos acariciando mi glande, una caricia eléctrica recorrió toooooodo mi cuerpo. Nadie dijo nada. El tío seguía leyendo, pero no perdía detalle de lo que hacíamos.Mi mano se quedó estática sobre su pancita, que subía y bajaba con la respiración. Su mano cayó sobre mi espalda y en seguida comenzó a recorrerla con las yemas de los dedos, pero esta vez con más confianza, porque ya no se quedaba en una zona, subía hasta mi hombro y bajaba hasta mis nalgas, siguiendo su recorrido hasta donde le alcanzara el brazo. Incluso pasaba sus dedos por la comisura de mis nalgas y en una de esas que estaba acariciando entre mis nalgas, me acomodé de tal manera, que se abrieron todavía más. Mi ano no quedó expuesto, pero sus dedos pudieron seguir el recorrido hasta mi perineo, cosa que me hizo temblar un poco. Es que fue una caricia intensísima. Se quedó un rato acariciándome precisamente ahí. Involuntariamente, cerré los ojos, inhalé profundo y dije "...qué rico Pá..." y en cuanto oí el ruido de la revista de mi tío, pensé ...
    ... "¡Chín!... ya eché todo a perder". Di por hecho que el tío se levantaría y vendría a unirse a la jugada, pero no, al abrir de nuevo los ojos, lo vi con la revista puesta enfrente de la cara, pero viéndonos por el rabillo del ojo. Su toalla ya se había levantado otra vez.La mano de mi papá volvió a subir hasta mi cabeza y hombros. No dejaba de hacerme piojito, pero tampoco dejaba de leer. Yo no dejaba de observar pertinazmente su bulto, en espera de la aparición de una casa de campaña, pero nada, no se levantaba nada. Algo tenía que hacer, así que empecé a mover mi mano, imitando los movimientos de la suya.Subía y bajaba por el caminito de pelos y me detenía al llegar a la sábana, pero al recordar lo que había pasado hace rato entre los tres, di por hecho que esa frontera ya no estaba, así que con la misma mano, al ir acariciando su abdomen, fui bajando la sábana. Y así hasta que puse al descubierto en inicio de sus vellos púbicos. ¡Demonios!: la sábana se atoró con sus pelos y ya no recorría más.¿Mi papá estaba leyendo su revista o mi mente?, porque sin quitar los ojos de la lectura me dice: "Si te estorba... nomás quítala hijo"... ¡OK!... manos a la obra y con sutileza la levanté y la aventé lo más lejos que pude. Quedó cubriendo solo sus pies. Él tenía las piernas cruzadas, su escroto había quedado parcialmente atrapado entre los muslos y su verga estaba flácida, caída hacia la izquierda, apuntando hacia mí con el glande completamente cubierto por el prepucio.Si con eso no se ...
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