Mi amigo y yo nos cogimos a su hijo de 6 años
Fecha: 18/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... ahí de regreso a mi pene; nunca lo había visto con morbo (tengo "o tenia" como regla personal nunca meterme con amigos, casados u hombres con hijos) -David: ¿A poco, no me pedirías que te coja cabrón? -Yo (tratando de eludir): No como crees -David: ¡Ya pendejo, no seas mamón e invítame una puta! -Yo: ¡Que no cabrón! -David: Andale y de paso contratas a un puto que te coja a ti -Yo: No -David: O si te quieres ahorrar una lana, la cojo a ella y luego a ti Ahí, fue cuando me regreso el choque eléctrico, y pensé "No manches, este wey drogado y caliente, y yo me estoy calentando, pues algo podre sacar" Fue entonces que se sentó al lado de mi y pude notar una gruesa erección en su pantalón, comprobando que ya estaba excitado, y me dijo: -David: Mira todo lo que te vas comer (agarrando con su mano ese, no tan largo -17 cm- , pero si grueso miembro que clamaba por salir) Entonces me decidí a tocarlo y pude sentir lo caliente que estaba, su cuerpo parecía contener un volcán por dentro a punto de hacer erupción; al principio se resistió volviéndome a decir puto y condicionándome con la contratación de una puta, a cambio de dejarme tocar. Pero no pudo resistirse más mientras le tocaba la verga y me dijo: -David: No mames cabrón, sabes que, ya me calentaste, a ver si es cierto que ustedes los putos la chupan mejor que una vieja. Y dejó salir ese grueso y prieto pito que en su baja estatura se veía enorme y jugoso. Comencé a recorrer su palo con mi lengua y estaba hirviendo, a pesar de ...
... ser una noche fría, casi podía oírse como mi saliva tibia hacia reacción con ese pito que parecía una sartén negro y humeante; lamí delicadamente la cabeza de su pene jugueteando con mi lengua para hacerlo desear que me tragara todo su miembro. Luego me metí sus huevos, casi devorándolos, como si pudiera hacer gárgaras con ellos en mi garganta. -David: ¡No mames pinche putito, que rico lo haces, uff que delicia cabrón!, ¡Cometela cabrón, cometela! Entonces metí todo su pito en mi boca, devorando ese grueso y caliente miembro, al tiempo que el posaba sus manos sobre mi cabeza, como no queriendo que retirara mi garganta, a la que veía como una cubierta o una funda que le daba placer inmenso. No se pudo contener más y se desvistió, me llevo a la cama dispuesto a cojerme. Su calentura estaba mezclada con una rudeza que excitaba, sus palabras de dominio y posesión sobre mi me llenaban de un gozo que solo el grosor de su verga en mi culo superarían. No lo creía, el más macho de mis amigos, me estaba cogiendo, era tal su desvarío (quizá por las drogas mezcladas con calentura) que no sabia si cogerme o hacer que se la chupara, porque alternaba un acto con otro. En una de esas mamadas alternadas, se abrió la puerta (yo estaba en el entendido de que estabamos solos) y entro su pequeño hijo Valentín de seis años, vestido solo con un short y una camiseta sin mangas. Inmediatamente me asuste y retire de su papa, quien sin embargo, parecía sustraido de este mundo, con la mirada perdida por ...