1. El culazo de mi prima Sofía


    Fecha: 21/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... otra cosa. Al estar ya en ambiente, ella me pregunta: Sofía: Oye Juan ¿Te pregunto algo y me dices la verdad? Yo: Ah, eso depende. Sofía: ¿Cuando me desperté que estabas haciendo? Yo: Pues venia entrando primita. Sofía: Aja si, ¿Qué me crees tonta o qué? Yo: Pues te veía a ti. Sofía: ¡Ah mira! ¿Y qué veías exactamente? Yo: Pues nada, solo te veía. Llegue muy cansado de entrenar y me iba tirar en el sofá pero ya estabas tú. Ni modo de levantarte. Sofía: La verdad no creo que me hubieras podido eh. Yo: Claro que sí. Y te lo pruebo cuando quieras. Sofía: A ver. Intenta levantarme. Es más, te voy a dar ventaja. Ella se puso de pie y abrió sus brazos. Yo nada más me quede mirando esas curvas deliciosas. Sus nalgas eran lo más rico de este mundo. Me puse detrás de ella, la tome por la cintura y le di un jalón para levantarla. Mientras lo hacía, mi pene erecto quedo pegado a sus nalgotas. Se sentía riquísimo. Ella no dijo nada al sentirlo y me dijo: Sofía: No, pero no me jalonees, despacio, levántame despacio. Yo la volví a levantar despacio. Era riquísimo como mi verga bien parada estaba pegada a sus nalgotas. Era delicioso como se sentía de caliente ese culote pegado a mí. Ella seguía sin decirme nada. Yo: Estas pesadita, y más con esas nalgotas que tienes. Sofía: Aja, ¡Lo sabía! Yo: ¿Que sabías? Sofía: ¿Cuando estaba dormida me veías las nalgas? Yo: Todo mundo te las ve. Es imposible no verlas. Sofía: Eres un puerco Juan. Y te gustaría verlas sin pantalón. Yo: ¿Lo harías? ...
    ... Sofía: Sí, pero quiero algo a cambio Yo: ¿Qué cosa? Sofía: Que me dejes ver tu pene. Yo: Ok. Va. Pero tu primero. Sofía: Esta bien, pero siéntate. Ella se pone de espaldas y se comienza a bajar su pantalón hasta medio muslo. Casi ni podía bajarlo de lo apretado que estaba. Se lo bajo poco a poco poniendo al descubierto el delicioso calzón rosa que traía. Mi verga estaba muy parada, sentía que me iba a estallar. Se veía riquísimo como sus nalgas estaban marcadas por lo ajustado de sus jeans. La orilla del calzón se le enterraba en esas tremendas nalgas. Yo no soporte más y le agarre las nalgas. Mis manos se sentían chiquitas en comparación con su trasero. Sofía: ¡Hey! ¡¿Qué te pasa?! ¡Solo puedes mirar! Yo: ¡Es que las tienes riquísimas! Sofía: Te estás pasando. Yo: ¡¡¡Es que me tienes bien caliente!!! Sofía: Ya lo había notado, créeme. Yo: Pues te aguantas, al fin que ya te las agarre. Sofía: Pues ya que andas agarrando, me las voy a tener que cobrar. De inmediato me baje los shorts. Ella se me quedo viendo con una pícara sonrisa. Sofía: Ay Juan, que guardadito te lo tenías. Mira nada más que rico se te ve. Yo: A tus órdenes. Sofía comenzó a acariciar mi pene de una manera exquisita. Sofía: ¡¡Ay cabrón!! ¡Está bien caliente! Y comenzó a jalármela muy suavemente. Yo: ¿Te gusta primita? ¿No se te antoja tenerla en otro lado? Se lo dije mientras le acariciaba las ricas caderas que tiene. Sofía: ¿Por ejemplo en dónde? Me pregunto con la respiración muy agitada . La comencé a besar de ...