PADRE, PADRONE
Fecha: 25/06/2019,
Categorías:
Fetichismo
Tabú
Autor: Livido, Fuente: xHamster
Como personajes de una tragedia Griega, se fueron dando las cosas, pero me introdujo en un mundo de placer y lujuria del que no me arrepiento y sin el que no puedo vivir. Soy una gozadora, una hembra que busca y necesita el placer para sentirse viva, sin tabúes y sin restricciones. Va algo de mi historia de vida.Somos una estirpe burguesa de clase media, mi mamá, mi padre, una hermana un año menor y dos hermanos un poco mayores. Mi padre es abogado de una compañía petrolera del Uruguay y mi madre una señora burguesa que heredo el edificio donde vivimos, criada en los mejores colegios de un patriciado afrancesado de los años 40.Siempre fui la elegida de mi papaíto. Llegaba al medio día, cuando yo regresaba del colegio y después de almorzar se iba a la biblioteca, colocaba música, un vaso de coñac y un puro. Yo casi siempre iba detrás, le prendía el cigarro, me asentaba entre sus piernas y me instalaba a mirar una revista mientras él jugaba con mi pelo y me acariciaba, envueltos en una nube de humo de tabaco y la música que invadía el salón.Mis hermanos al colegio, mi madre al club de damas de la iglesia, anticuadas come santos que hacían caridad y se reunión casi todas las tardes en la parroquia. Me m*****aba cuando mi hermana venia a joder porque lo quería todo para mi sola, pero como le m*****aba el humo del cigarro casi no aparecía. A las 4, más o menos volvía mi madre y él se iba a su bufete eso de las 4.30 a atender particular, se despedía de mí hasta la noche con un ...
... beso que tenía gusto a macho, alcohol y tabaco.Si se sentaba en el sillón de tres cuerpos yo me acostaba en su falda con una revista. Avece no nos hablábamos, otras yo jugaba con su barba, mientras él me acariciaba o cantábamos o leíamos.Fui creciendo pero siempre seguimos con ese ritual, yo me arrodillaba entre sus piernas, con una cerilla le prendía el habano, le servía el coñac y me acurrucaba con él, mientras me masajeaba la espalda y a veces mis tetitas que crecían semana a semana y parecía que algo las succionaba para que se salieran de mi cuerpo y se pusieran turgentes.A veces me desprendía un botón de la camisa del colegio y jugaba con mis pechos sobándolos con dulzura o se ensañaba con mis pezones que me ardían toda la tarde.Eso me encantaba, ese picor mescla de sufrimiento y goce, me tornaban desequilibrada. Es mas comencé a desprenderme uno o dos botones para que la vista de mi aureola lo llevara a sus caricias más intensas y deliciosas. Ya no eran disimulados roces y amarracos, era una sobada de pechos divina. Yo me sentía su nena predilecta y lo disfrutaba..Pronto fui una mujer, mi falda se acortaba, tomaba conciencia de mis coqueteos en el colegio y por la calle los hombres me miraban con deseo y mis muslos se ponía poderosos y la niña dejo paso a la mujercita. A una hembra que gusta de excitar y de que la miren y deseen.Nuestros juegos lúdicos nunca habían pasado de esa ralla, solo una vez mi padre había jugado con mi conchita y había introducido un dedo en mi ...