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La visita
Fecha: 02/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Josealberto88, Fuente: CuentoRelatos
Tania vive en unos condominios, son alrededor de 7 u 8 edificios y al final tienen un área común que comprenden una piscina, un gimnasio y una zona de parrillas. Ahora, que estamos en verano Tania suele ir todos los días al gimnasio y luego a la piscina. Tania vive con sus papás y sus dos hermanos en el sexto piso de uno de los últimos edificios. Sus hermanos son mayores por lo que casi nunca están en su casa, su mamá trabaja y su papá está desempleado y se la pasa todo el día en su casa. El papá de Tania, Luis, es un hombre de negocios por lo que ahora que está desempleado está buscando la manera de poder ganar unos billetes de cualquier forma. Por eso siempre se reúne con compañeros en la misma situación para poder en conjunto poner un nuevo negocio. Un buen día, cuando Tania volvía del gimnasio, Luis salió de la casa para hacer unas compras para el almuerzo y se fue hacia el mercado, pero a los pocos minutos de que saliera sonó el timbre del departamento y Tania fue a abrir. —¿y ahora que te olvidaste? —dijo Tania suponiendo que era su papá Pero al abrir la puerta se dio con la sorpresa de que no era su padre, sino más bien un hombre un poco mayor de unos sesenta y tantos años, alto, ligeramente gordo que le sonreía en la puerta. —Ah disculpe señor, lo confundí —dijo Tania un poco avergonzada. El señor dio un paso atrás y la miro de pies a cabeza. Tania estaba con ropa de gimnasio, una licra de colores perfectamente ajustada y un top blanco pequeño ...
... que dejaba a la vista su plano abdomen, ya que recién había vuelto del gimnasio estaba aún sudada y con el top un tanto traslucido. —Tú debes ser la hija de Lucho, mucho gusto soy Matías, soy amigo de tu papá venía para conversar de algunos negocios. Acabo de hablar con él y me dijo que lo espere, que no iba a tardar. —Uhmm está bien, pero ¿me podría esperar unos segundos por favor? —dijo Tania —Si claro yo espero. —dijo Matías Tania llamó a su papá para confirmar la información que le había dado el señor y estaba en lo cierto, así que Tania le fue a abrir la puerta a Matías y lo invitó a pasar. Le ofreció algo de tomar y le prendió la televisión para que se entretenga. —¿Y cómo te llamas? Preguntó Matías. —Tania señor, mucho gusto. —El gusto definitivamente es mío, pero yo ya te conocía de cuando eras solo una bebé. Cuánto has crecido y te has desarrollado muy bien. —dijo Matías mirando fijamente las caderas y las curvas de Tania. Tania lo notó y se ruborizó. —Muchas gracias señor, bueno disculpe me voy a bañar —dijo Tania aún nerviosa. —Adelante —dijo Matías sin quitarle de encima los ojos. Tania se fue a la lavandería a recoger una toalla y notó que Matías no le dejaba de mirar el culo. De regreso fue igual, Tania tuvo que pasar nuevamente por la sala y el viejo la seguía mirando, intercambiaron una sonrisa y Tania se fue hacia su cuarto para bañarse. Cuando Tania salió del baño, se puso un bikini y encima un pareo y salió a la sala para ...