Paula y Sandra, hermanas - Relatos Eróticos

Paula y Sandra, hermanas

... bueno yo buscare a alguien - ¿Qué? Me hiciste venir aquí para decirme que no podemos seguir juntas que ni siquiera los vas a intentar – me levanto del sillón completamente enojada – me voy - Por que te enojas, solo te estoy diciendo la verdad – agarro mi suéter y empiezo a abrir la puerta - No te vayas - Estoy harta de ti, tal ves tengas razón en todas las cosas que dijiste pero a diferencia de ti yo creo que podríamos si lo intentáramos pero veo que tu ni siquiera piensas que lo que sentimos vale la pena y la realidad es que tú Sandra no vales la pena; bueno me voy - Te digo todo esto por que si esto sale mal, vamos a salir lastimadas y mucho y no quiero eso para ti no quiero que sufras y estoy segura de que tampoco quieres que yo sufra Me quedo pensando: ella tiene razón si esto sale mal vamos a sufrir y muchísimo, siento como se me llenan los ojos de lágrimas. Veo como se levanta mi hermana y me abraza - Tranquila! No llores - Pero como no voy a llorar, esto es injusto – me lleva de vuelta al sillón y me da un beso en la cabeza - Tranquila – me dice y nos quedamos abrazadas hasta que se me pasa - Te quiero, no voy a poder estar lejos de ti, no puedo, no puedo - Pau tenemos que hacerlo, de verdad no piensas que esto esta mal, es decir, somos hermanas - No me importa te quiero - Pau no digas eso – pero agarro su cabeza para atraerla hacia mi y besarla Al principio se resiste pero después me esta devolviendo el beso su lengua y la mía juntas acariciándose, me separo y ...

... empiezo a besar su cuello y después regreso a su boca, siento como sus manos me acarician la espalda encima de mi blusa pero después mete ambas manos y sus manos tocan mi piel - Quiero que me hagas el amor – le digo con la respiración entrecortada - Pau no podemos hacer eso, si lo hacemos ya no nos vamos a poder detener – pero la vuelvo a besar y me subo en ella a su regazo con mis piernas a cada lado de sus caderas - Lo deseas tanto como yo – meto mis manos bajo su blusa y le aprieto los senos fuerte y ella gime, le quito la blusa – el domingo me hiciste disfrutar mucho pero ahora es mi turno – llevo mis manos al broche de sus sostén y lo suelto le quito los tirantes despacio y así acaricio sus hombros. Por primera vez acaricio la suve piel de sus grandes pechos, toco su pezon rosado y la instante que lo hago se pone duro y muy erecto - Eres preciosa y eres mía Sandra – le digo y beso su cuello y poco a poco voy bajando hasta que llego a sus senos dejando besos suaves gime muy fuerte, paso mi lengua por su pezón después se lo muerdo y vuelvo a chupar y así hasta que me duele la boca – Eres mía - Ahhhh mas Pau masssssss – me detengo - Vamos a tu cuarto – me lenvanto y jalo de ella, caminamos a su cuarto y en cuanto entramos la empujo sobre la cama y me pongo encima, vuelvo a besar su pechos y ella esta gimiendo muy fuerte. Meto mi rodilla en su entrepierna y empiezo a frotarla como ella hizo conmigo al momento que lo hago ella empieza a mover la cadera; muevo mas rápido y ella ...