-
La lechería − Cap. 2
Fecha: 05/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
El Ama pensó la manera de tener ganancias aseguradas sin tener que invertir un solo dólar, así que meditó muy bien cuál sería la manera más práctica de ganar mucho invirtiendo muy poco. Después estudiar muy bien las necesidades de sus zorritas, el Ama se dio cuenta de cómo las explotaría; que mejor manera de ganar dinero que usando sus 2 perdiciones, estas son: · La ninfomanía · La lactancia No tardó mucho, ese mismo día compró el periódico local y se puso a buscar una casa amplia, y un local también de buen tamaño; la casa sería convertida en un burdel de servicio de muy alta calidad, por lo que los clientes y el dinero le lloverían al negocio, y el local lo convertiría en una lechería, sin embargo no sería una lechería como cualquier otra, esta sería una lechería donde la leche saldría de los pechos de sus vacas humanas, si, esas zorritas lactantes ya que generan cantidades industriales de leche y la recuperan muy pronto, sería una constante entrega de leche para los clientes, ya fueran hombres o mujeres, no importaría la inclinación sexual del cliente mientras a la Ama le redituara ganancias. El primer negocio que sacó adelante fue el de la lechería, ya que la leche materna es muy bien pagada, y eso le daría a ganar toneladas de dólares al día, el Ama fue a una tienda de artículos de tortura y compró una serie de artefactos; el Ama compro varios potros, de esa manera les sujetaría la cabeza y muñecas, quedando colgando usas ubres llenas de leche, listas para ...
... que lo clientes pudieran acomodarse y empezar a succionar a diestra y siniestra. Por otra parte, las vacas humanas fueron sujetadas puestas de piernas abiertas manteniéndolas así con una barra metálica que se aprisionaba los tobillos mediante unos grilletes unidos a la mentada barra, de esa manera no podrían dar patadas como mulas al cliente en venganza por estarles chupando las ubres. La cantidad de clientes diarios empezó a incrementarse día a día, no solo por el atractivo físico, sino que además le leche era abundante y de buena calidad, razón suficiente para que la clientela misma al comentar con sus amistades sus experiencias en la lechería, sin darse cuenta iban recomendando el lugar: llegó a ser tanta la demanda que la Ama tuvo que incrementar tanto el número de horas abierta la lechería como la cantidad de vacas. Fue tanta la demanda que la lechería ya no estaba abierta solo 12 horas, sino que decidió tenerla funcionando las 24 horas, y estableciendo 2 turnos para las vacas, cada 12 horas serían relevadas por otro grupo, y así permitir que las vacas descansaran unas horas; eso ayudaría a mantener descansada a la vaca, de esa manera se mantenía la calidad de la leche y el vigor de la vaca al mismo tiempo. La clientela no tendría que estar sujeta a un horario, sino que podía ir a beber su leche en el horario que más les acomodara. El coso de leche por litro era caro, sin embargo, a los clientes no les importaba pagar miles de dólares al día con tal de beber de ...