1. Sexo en exceso en mi trabajo, que me perdone mi novio


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... año en cierta área, el trabajo era fuera de horario, le dije que estaba bien que contara conmigo, eso era sin recibir horas extra. Ese día, yo llegué con una falda cortita y apretada, una blusa blanca, flojita, con escote amplio, no se porque lo hice, pero quería impresionarlo. Luego de la hora de salida, nos reunimos en su oficina que es bastante amplia, y estuvimos trabajando juntos solos los dos. En un momento me voltee y le agradecí a Mario su gesto de echarse la culpa para defenderme, le tome la mano, él tomó la mía y me dijo que era un placer haberme ayudado. En ese momento no se que me pasó, pero me tio tanta ternura mi jefe, sentí que debía pagarle, me fui al sanitario y me quité las bragas, luego regresé y me subí a una pequeña escalera corta que hay para bajar unos libros grandes. Sin bragas y con la falda cortisima era seguro que los pelitos y mi panochita se podían observar sin mucho esfuerzo. Me puse espaldas y esperé, sabía que mi jefe Mario estaba dándose un festín viendo mi panocha, luego sentí sus brazos rodeando mis caderas y sentí sus besos en mis nalgas -eres muy hermosa!- me dijo mientras sus besos se volvían succiones de sus labios, sus dedos registraban mi panochita, lo hacía con mucha experiencia, senti sus dedos entre mis labios vaginales, eran más una caricia que una violación a mi intimidad, luego sentí uno de sus dedos incrustarse en mi vagina, yo me quedé quieta gozando como me seducía mi jefe Mario. Sus besos y lamidas fueron bajando por mis ...
    ... nalgas, él ya me tenia completamente mojada. El dedo que tenía dentro de mi panochita recibió el apoyo de otro dedo, -estas muy mojada!!- me dijo Mario, luego sentí que su boca separaba mis nalgas en dos bandos, luego sentí la punta de su lengua tocar mi ano, en ese momento no pude evitar empezar a gemir de puro gusto, sus dedos en mi vagina y su lengua en mi culito me hicieron vibrar de placer y me corrí inmediatamente, sentí como me bajaba un flujo por el coñito. Cuando Mario sintió mi flujo en sus dedos, sacó sus dedos y levantó mi trasero para dar espacio a su boca, la pegó contra mi panocha y su lengua hizo el resto, saboreo mis flujos y dijo -que rico es esto!-. Luego me bajó de la escalera, me sentó sobre su escritorio que es sumamente largo y nos besamos mientras iba desabotonando mi blusa, hasta sacármela, luego me zafó el sostén y comenzó a chupar mis senos, tomó mis pezones entre sus labios y los apretó, yo gemía con cada caricia que él me daba. Parecía que devoraba mis senos y pezones, después me recostó sobre su escritorio, abrió mis piernas y de nuevo su boca y labios chupaba mi panocha, era un experto en eso, me puso al borde de otro orgasmo, y decidió no llevarme a él, sino se bajó los pantalones, su verga estaba empalada desde hace rato y ahora me frotó mi panocha con su enorme glande, pude ver el tamaño de su miembro y era muy grande, el de mi novio debía ser la mitad de este. Solo pude gritar cuando su falo atravesó mis labios menores y se metió en mi vagina, ...
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