1. La familia de Jesusa


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Vallekanito, Fuente: SexoSinTabues

    ... ella la miraba con sorpresa. – Eres un demonio, al final me vas a convertir en una puta de verdad. – No, te voy a convertir en mi puta, a los ojos de los demás siempre serás una mujer decente. –N os encaminamos hacia mi habitación allí se sentó en la cama y se quió el sueter, apareció un sujetador negro que casi no podía contener aquellas maravillosas ubres que tanto me gustaban. Se quitó el sujetador y aparecieron de nuevo ante mi vista, tan bonitas como las recordaba, cogí una en mi mano y empecé a besarla como un desespetado, haciendo la misma operación con la otra, posteriormente pasé a sus pezones y empecé a chuparlos como si me estuviese amamantando, ella mientas tanto había comenzado a sus pirar y a murmurar. . - Chupa, chupa, mámame toda, como si fueses un bebé, ¡¡¡que gusto, me muero!!!, como te gustan mis tetas. Si, me encantan, estaría toda la vida chupandotelas, pero hay que seguir. La acosté en la cama y seguí mamando de aquellos pechos, bajando poco a poco hacia su ombligo, mientras con mis manos seguia sobándole las tetas. Le subí la falda y le bajé las bragas, ahora comenzó a funcionar mi lengua, metiéndosela por aquella raja, buscando el clítores, cuando lo encontré empecé a subcionarlo, ella se arqueaba de gusto. – Sigue, sigue, cabrón, nunca me habían hecho esto, ¡¡¡que gusto!!!, sigue, sigue, a mi edad nadie me lo había chupado, ya soy tu puta, follamé siempre que euieras, pero no pares ahora. Seguí hasta que sentí la humedad en mi lengua, se había ...
    ... corrido, pero todavía no me la había follado y tenía que seguir. Me pusé encima de ella y volví con sus tetas para que volviese a excitarse y excitarme yo a su vez, me hizo falta poco, en cuanto le di un par de lamidas a los pezones ya estaba otra vez en disposición. – Venga, hijo de puta, follame de una vez. – Ya voy, lo estoy deseando tanto como tu, he estado años pensando en este momento. – Ponte de rodillas. Se puso de rodillas encima de la cama, las tetas le colgaban, sin más preámbulos e la metí hasta el fondo empujando con fuerza, no me costó mucho la verdad porque estaba muy abierta, y empecé a bombear, las tetas le bailaban al ritmo de las metidas, hasta que se las agarre fuerte como si fuera a ordeñarla. – Como me estás poniendo, estoy más caliente que una estufa. – A partir de ahora ya sabes lo que es una buena follada, seguro que con tu marido el misionero y poco más. – Ultimamente ni eso, tu sigue follando y no te distraigas. Al poco tiempo no aguanté más y me corrí dentro de ella, el esperma rebosaba de su coño porque fue una corrida majestuosa. Acabamos los dos agotados encima de mi cama. Al rato se levantó se puso el sujetador, las bragas y el sueter, se bajó la falda y se la alidó un poco porque había quedado como un guiñapo. – Ponte una falda de mi madre, de verdad, que esa está todo sucia y arrugada. – ¿No te importa? – No en absoluto, así cuando la traigas podemos repetir el numerito, además me quedo con la tuya y ya me inventaré que hacer con ella. Por cierto, ...
«12...456...18»