-
Londres no es tan frio 2
Fecha: 10/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... aun recuperándome de mi orgamo siento como saca su hinchada polla de mi coñito y busca esa entrada trasera ya abierta. Ni siquiera me resistí, no iba a ser la primera vez, y realmente esa carnosa polla me estaba volviendo loca en 10 minutos como ninguna lo había hecho antes. No podía apenas moverme, pero eché mis manos atrás para abrirme las nalgas y facilitarle esta entrada, y asi fue. Apuntó con su polla a mi culito ya abierto por su dedo, noté la punta caliente y mojada para entrar, y como dejó caer su cuerpo haciendo fuerza contra mi culo. Wow, parecía seria difícil, pero con su polla tan mojada resbaló hasta el fondo con demasiado facilidad, con un gemido acompando esa entrada. Sentí un cosquilleo otra vez, llevaba ya muchos meses sin una polla en mi culito y esa se me había clavado bien dura, entrando y saliendo hasta que huevos chocaban una y otra vez en mi culito. Su respiración se aceleró, y su polla empezó a palpitar más fuerte, estaba a punto de correrse y eso me puso a mil. Colé mi mano por la cama hasta mi clítoris, aun saliente y mojado, muy sensible, con la palma de mi mano me rocé, haciendo circulo mientras Paul estaba a punto de correrse, y en ese momento exploté por segunda vez. Apenas hacia 1 ...
... minuto y ya estaba vaciándome de nuevo, tan caliente, tan llena… y en ese momento escuché a Paul, se iba a correr. Me quité rápido sacándomela del culito, Paul me miró sorprendido y enfadado, estaba a punto de correrse, pero su cara cambió cuando vio que con toda mi calentura me tiré a pajearle y chuparle la polla directamente para su final. Paul cerró los ojos y empezó a vaciarse, su semen caliente era el premio que yo me había ganado. Aun con el cosquilleo de mi orgamos entre las piernas, ahí estaba yo, tirada sobre la cama, recibiendo en mi cara todo el semen de ese desconocido que me había follado sin mi permiso, relamiendo las gotas que aun salian de su polla dura, esa polla empapada de mi propio sabor. El cuarto olía a sexo, y yo borracha de alcohol y placer, me dejé caer en la cama y cerré los ojos. Cuando volví a abrir los ojos Paul ya no estaba allí, me había quedado dormida y él se había ido sin despedirse. Y allí estaba yo, desnuda, abierta, aun con la leche de ese desconocido por mi cara y mis tetas. Me sentí usada, follada sin permiso, follada por todos los agujeros… como una puta, pero la verdad, me gustó. No sé si seré puta, pero sería su puta todas las veces que borracho me volviera a buscar :)