1. Capítulo 4: Despertar tiempos de cambio


    Fecha: 29/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lunita1945, Fuente: SexoSinTabues

    ... pasado, pero creo que era mucho, pues yo ya llevaba como 30 páginas de mi libro, cuando sentí que algo toco mis pantorrillas por encima de mis calcetas, voltee asustada para ver quién era, y cuál fue mi sorpresa que hizo que mi corazón se detuviera y me quedara sin aliento por unos segundos, era el amigo de mi abuelo, quien estaba en mi habitación y me tocaba mis calcetas al colegio, el haciendo una seña de silencio con sus dedo me dijo en voz baja. -No hagas ruido Dulce, vez lo difícil que me fue el dormir al pendejo de tu abuelo, pero bueno valió la pena, mira como estas casi me da un infarto cuando entre y te vi así, pero bueno vasta de pláticas que no sé a qué hora llegue tu abuela o el pendejo de tu abuelo se despierte tengo que aprovechar esto. Una vez terminado de decir esto se puso a un lado de la cama y solo bajándose su bragueta puso frente a mis ojos, su pene, el mismo que me había obligado a mamar casi durante toda la película en el cine y esta vez tenía pensado hacerlo en la misma casi de mis abuelos, yo no me acerque, me quede solo viéndolo y no pensaba hacerlo hasta que una de sus manos tomo mi cabeza y la guío esta ese oliente y arrugado pene, solo seré mis ojos y abrí mi boca, para recibirlo como si fuera un invitado, el solo contacto de mis rojos labios son la punta de su pene hizo que lanzara unos pequeños gemidos y después comenzó el ya acostumbrado mete y saca, mete y saca de mi boca, al principio muy lento, el solo cerraba los ojos y arqueaba la cabeza ...
    ... hacia atrás, suspirando y jalando aire como si la vida se le fuera, mientras yo continuaba recibiendo a ese invasor en mi boca y con mi lengua, mi boca comenzó a recibir de nuevo ese líquido salado, el mismo que me había dejado pensando con su sabor en las noches anteriores, mientras el aumentaba la respiración y el ritmo en que me metía su pene a mi boca, por un minuto pensé que terminaría en mi boca como ya lo había hecho en el cine, pero antes de que terminara se separó rápidamente de mí y dijo con una voz algo cansada y satisfecha. -Espérate golosita, no quiero terminar así, porque son caras esas pastillas que tome, además quiero hacer algo que me he imaginado desde a que ya vez, amor. Yo solo lo miraba, con la mente en blanco y el continuo diciendo. -quédate así como estas, no te muevas, (seguía estando acostada boca abajo), no te muevas solo deja me acomodo. El comenzó acostarse en sima de mí, primera paso una pierna por en sima mío y después subió la otra quedando ya sobre la cama y conmigo debajo del, luego metió sus manos por debajo de mi falda la cual levanto y dio un fuerte apretón a mis nalguitas infantiles, una vez hecho esto dijo. -uuffff, Dulce lo mejor que tienen por mucho es este trasero, (y volvió apretar mis nalguitas), mira si estás muy bonita y todo, pero este trasero respingón es el que ha de levantar muchas vergas en la calle, la verdad no sé qué hombre no se haya imaginado terminando aquí, (después de decir esto río un poco y continuo), y mira ahora yo ...
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