1. Mi hermana Julia - 7.1 -


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... caderas empujaban con todas mis fuerzas para atravesar aquel angosto paso… notaba cómo desgarraba cada centímetro de su culo y Julia chillaba como una poseída por el diablo. - AAAAAAAHHHH CABROOOOOON ¡¡¡¡¡ME HACES MUCHO DAÑO!!!!! ¡¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!! ¡¡¡¡¡PARAAAAA!!!!! ¡¡¡¡¡PAAAAARAAAAAAA!!!!! Demasiado tarde para eso. Yo estaba ya enloquecido. De una embestida brutal se la clavé hasta el fondo. Mis huevos chocaron contra su coño. Al sentir mi polla totalmente dentro de su culo, repetí mis embestidas con la mayor fuerza que fui capaz de desarrollar. Y no paré de hacer tomas. Notaba que Julia desfallecía de dolor; también de placer. Se la saqué de golpe y, sin avisar, se la volví a clavar de otra bestial acometida, con más furia aún, si eso era posible. El culo de Julia, de solo 17 años, se dilataba y dilataba por momentos. Julia cayó hacia delante gritando de dolor. -UAAAHHG, AAAAAHHGG ¡¡¡¡HIJODEPUTA!!!! ¡¡¡¡¡¡ME VAS A RAJAR EL CULO!!!!!! Buscó desesperadamente un apoyo pero, al no hallarlo, su cuerpo inerte fue a dar contra las sábanas dónde cada penetración mía la lanzaba un poco más hacia la cabecera de la cama. Julia seguía chillando enloquecida. Julia intentaba escapar de aquel dolor que mortificaba su culo… sus brazos se alargaron y agarró fuertemente la cabecera de la cama en la cual al fin encontró un apoyo y pudo erguirse un poco para intentar hacer un poco menos dolorosa aquella terrorífica experiencia. Pero mi polla poco a poco se fue amoldando a aquel estrecho ...
    ... paso; empezaba a penetrar y salir con más soltura y mis embestidas fueron cada vez a más: en fuerza; rapidez y brusquedad. Estaba consiguiendo follármela bien follada. Mi polla entraba y salía sin parar de aquel agujero cuándo noté una oleada de placer infinito recorriendo todo mi cuerpo. Sabía que iba a correrme de nuevo, pero no quería hacerlo: todavía no. Aquello tenía que durar más. No podía terminar tan pronto. Debía exprimir a fondo la capacidad de aguante y sufrimiento de Julia. Estaba seguro de que, en el fondo, Julia estaba también disfrutando del dolor que le proporcionaba mi terrible penetración. Se la saqué de golpe. Un sonoro ¡plop! de su culo me lo indicó claramente y miré hacia aquel agujero. Durante unos pocos segundos quedó libre ante mí; diáfano. Pude ver las entrañas de Julia a través de su abierto orificio, que estaba dilatadísimo: se veían completamente enrojecidas, de un rojo intenso y brillante; parecían palpitar con vida propia. Las hice varias tomas. Su culo, abierto en la medida exacta de mi polla, que hasta ese momento se había alojado en su interior, no tardó mucho en cerrarse de nuevo; pero quedó ligeramente dilatado. Sus nalgas estaban enrojecidas por haber sido golpeadas por mí, y Julia dejó de chillar por un momento en cuánto notó salir de su interior aquella enorme verga que la desgarraba. Flexioné ligeramente las rodillas y agarré el consolador que descansaba sobre las sábanas, y que aún estaba vibrando. Apunté a su coño y, de un sólo golpe, ...
«1234...»