1. La Mirilla


    Fecha: 14/07/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    "Siempre he sido un entusiasta de las piernas bonitas, las finas y largas son mis preferidas, pero no le hago ascos a unos buenos muslazos, pero como más me gustan son con tacones... esos tacones altos y finos que hacen unas piernas preciosas y apetitosas... y que tanto odian algunas mujeres... jajaja; y mi fetiche erótico son las medias, me encantan las mujeres con unas preciosas medias; pero por unas cosas u otras no puedo disfrutar de ese placer, salvo las consabidas fotos o videos.
    
    Con ocasión de unas obras en casa, tuve la oportunidad de dejar una mirilla secreta desde un cuarto trastero al aseo, pensando en aprovechar las oportunidades que surgieran para contemplar a las mujeres que visitaran mi casa en la "intimidad" del aseo.
    
    Pronto surgió la oportunidad, mi mujer recibió la visita de dos amigas, y bueno, yo estaba atento a la oportunidad y con disimulo esperé que necesitaran ir al aseo, la verdad es que ver cómo se levantaban la falda y se bajaban los pantys y las bragas mostrándome el vello del pubis me excitaba muchísimo, y ver como orinaban y se limpiaban con el papel me produjo una terrible erección, vamos que se me puso muy dura, tanto que sacándome la polla me masturbé allí mismo. Tuve la ocasión de ver a las dos sucesivamente, y me puse muy cachondo, viendo sus pantys y sus bragas bajadas.
    
    La verdad es que no me quejo de mi vida sexual, pero aquello era nuevo y me la cascaba como un quinceañero.
    
    Por la mirilla fui observando sucesivamente a todo ...
    ... el repertorio de amigas de mi mujer, y tuve la ocasión de comparar su gusto al elegir las bragas, y lo depilado que llevaban el coñito cada una, dándome unas buenas raciones de masturbarme en el cuartito. Incluso algunas vecinas tuvieron a bien enseñarme sus coñitos y sus bragas, sin saberlo, lo que me producía que me pusiera cachondo cada vez que las saludaba al pasar imaginándome el coñito de cada una.
    
    Con ocasión de un compromiso, tuve que organizar una cena en casa, con mi jefe y su mujer y un importante ejecutivo de la empresa de otra provincia también acompañado de su mujer. La ocasión era especial así que las mujeres lucían vestidos de fiesta, largos y los hombres llevábamos trajes oscuros, la mujer del jefe, una morena de unos 36 años impresionante, guapa, ojos negros, labios sensuales, un pecho provocativo, no muy grande pero prominente, y unas caderas grandes con un culito redondo de infarto,... y unas piernas largas como a mi me gustan, llevaba unos tacones de aguja de color dorado a juego con el vestido y con unas medias negras de impresión. La otra era una mujer mayor de unos 50 años, como su marido, nada especial.
    
    Yo la conocía sólo por las fotos del jefe en el despacho, y la verdad no le hacían justicia, qué tipazo al natural, era exuberante, y el vestido no hacía sino favorecerla muchísimo. Nada mas comenzar la cena, vi que se cruzaban miradas a escondidas la mujer de mi jefe y el ejecutivo y que le decía algo al oído; noté algo sospechoso, pero bueno, yo ...
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