1. Voy a visitar a mi hija a la universidad (Parte 3)


    Fecha: 29/08/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... calzoncillos y por primera vez mi hija se agachó y me chupó la polla.
    
    Al principio no lo hacía demasiado bien, era su primera vez, y la fui indicando como hacerlo.
    
    Al poco me daba mucho gusto. Se había convertido en casi una experta.
    
    -Humm, mi niña que gusto. Sigue, así, así, ¡siiii, mi niña!
    
    -Córrete papi.
    
    -No tesoro, me correré dentro de ti.
    
    La cogí a pulso y la apoyé contra el fondo de la pared y la penetré. Después de darle fuerte un rato, la saqué y acaricié sus labios y su clítoris con mi glande. Ella se volvía loca.
    
    En eso estábamos, cuando note una luz detrás de mi. Otra mas. Era un fogonazo, un flash. Alguien nos había descubierto y nos había hecho al menos dos fotos.
    
    Me salí de mi hija y sin volverme, ella me señaló con el dedo detrás de mí.
    
    -¡Maldita zorra! ¿Qué has hecho?
    
    -Tienes un amante y te he pillado, dijo una voz a detrás de nosotros.
    
    Oí como esa chica, que debía ser muy joven por la voz, salió corriendo.
    
    -Es Sonia, una maldita tía de 18 años, me contó Sara, que es superdotada y entró antes de tiempo en la universidad.
    
    -¿Me ha visto?
    
    -No, papá. Estaba demasiado oscuro y aunque haya disparado el flash, no te has dado la vuelta, con lo que no ha podido verte.
    
    Salimos de las gradas un poco azorados. Mi hija primero y más tarde yo. Volví a sentarme y a ver el partido. Sara me hizo un gesto con el móvil en alto. Acabó subiendo al ver que yo no bajaba y me lo enseñó.
    
    Tengo unas fotos de ti y tu amante. Decía el ...
    ... mensaje. Me ha gustado mucho su culo. Quiero verle en mi habitación en menos de una hora o envío las fotos a todo el campus.
    
    -Maldita hija de...
    
    -Tranquila Sara.
    
    -Quiere que vayas y no sé qué más tiene pensado.
    
    -No enviará las fotos. No se atreverá.
    
    -Tu no la conoces, papá. Es capaz de todo.
    
    -Soy adulto, tengo 45 años, ¿qué puede hacer esa tía contra mí? Tranquila, iré. No pasará nada.
    
    -No debes ir papi. Seguro que quiere... y no dijo nada más. Sabía a qué se refería.
    
    Sara respondió que aceptaba ir, sin decir que era su padre, claro. Al poco recibió un mensaje con el número de su cuarto. Era el 346.
    
    Subí hasta la 3ª planta y no encontré a nadie por los pasillos. Los que no estaban en el partido estaban echándose la siesta. Quedaba casi media hora para que cumpliera el plazo.
    
    Toqué la puerta de la 346 en cuanto llegué. Solo se abrió una rendija. Una voz me dijo:
    
    -¿Eres tú?
    
    -Si.
    
    -Pasa y no hagas ruido.
    
    La tal Sonia parecía más mayor de 18 años. Tenía un buen de par de pechos, casi como mi mujer y caderas anchas, pero no demasiado.
    
    Alzó el móvil para que viera otra vez las fotos que tenía.
    
    -Así que tú eres el amante de Sara. Me dijo. ¿Cuantos años tendrás? ¿44, 45?
    
    -45, contesté.
    
    -Le gustan maduritos. ¿Y te llamas?
    
    -¿Porque tendría que darte mi nombre?
    
    -Ya sabes, dijo y volvió a levantar el móvil.
    
    -Gerardo, le dije.
    
    -Bájate los pantalones Gerardo. Me gustó tu culo y quiero volver a verlo.
    
    Obedecí y me quedé en ...