1. Mi mamá y mi amigo Francisco - Regreso


    Fecha: 30/08/2017, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... decían el cangrejo y donde Francisco está echado y mi madre sentada de espaldas a él pero con las manos hacia atrás y apoyada en la cama, dependiendo de la pose muchas veces no se veía por completo la penetración pero en otras ocasiones, como en esta, la visión era completa. La negra verga entraba y salía sin compasión y sin freno ante los movimientos que realizaba mi madre que se empalaba a su gusto y sabor, mi amigo solo se dejaba llevar por ella mientras lo veía que estaba con los ojos cerrados, signo inequívoco de lo mucho que debía ser su placer y más aún cuando empezaba a mover su cabeza de un lado al otro, Francisco era presa del placer llevado al máximo. Y no era para menos al ver cómo mi mamá quebraba su pelvis y así el pene entraba y salía a buen ritmo y sonido por los gemidos que soltaba pues también ella era consumida por el fuego del placer… definitivamente, ellos parecían hechos para brindarse placer mutuamente sin importarles mi padre en lo absoluto. - ¡¡¡Ouuuuu ouuuuu!!! - Gemía de placer mi madre sin dejar de moverse. - Señora Norma, así es difícil dejar de pensar en verla todos los días. – casi carraspeó mi amigo sumergido en el goce. La vagina de mi madre chorreaba del gusto empapando el negro y gordo pene de Francisco y aunque el teléfono empezó a timbrar, ellos hicieron ...
    ... caso omiso al mismo, la verga entraba y salía como Pedro por su casa y el teléfono timbraba una y otra vez y la verga seguía entrando y saliendo, quien fuera que estuviera llamando iba a tener que esperar un rato hasta ser atendido. Y así fue que después de varios minutos que parecían infinitos mi madre gritaba y temblaba encima de mi amigo quien a su vez empujaba con fuerza su pene descargando sus huevos por completo y poco a poco se fueron calmando y recuperando el ritmo normal de la respiración aunque se preguntaron por el inoportuno timbrar del teléfono. Esa duda sería resuelta cuando al cabo de un rato, una vez más se escuchaba el repicar del aparato y mi madre ahora sí pudo contestar y por lo que escuché pues era mi padre y mi mamá le daba alguna explicación de porqué no contestó y que se había estado duchando y la llamada era para que no se olvide que íbamos a salir más tarde cuando él llegara. Luego de eso, conversaron un rato más y lo volvieron a hacer ahora en perrito y después se fueron a duchar juntos pues estaban sudados y ya le había dicho a mi padre que se había bañado. Por ahora esto es lo que les puedo ir compartiendo y recordando sobretodo lo más saltante de esa época. Aunque no lo crean, volví. Un saludo de parte mía, David, también conocido por mi madre como el gatito ronrón. 
«123»