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Mi primera vez con un pasivo, a los 18 años.
Fecha: 20/07/2019, Categorías: Gays Autor: BaseAraguaMcy, Fuente: SexoSinTabues
... pensar en estar tanto con hombres como con mujeres (sin haber concretado con ninguno) y la idea de comerme a Luis no salía de mi cabeza. Ya lo había visto en bóxer, y su cuerpo delgado junto con su suave piel; le daban una apariencia provocativa. Pasaron alrededor de 30 minutos y justo cuando pensé voltearme para restregarle mi erección y ver que podría pasar, comencé a sentir su mano rozando mi cadera. Mi corazón empezó a acelerarse, podía escuchar su respiración comenzando a agitarse. Luis comenzó a frotar mi erecto pene por encima de mi bóxer, no pude evitar soltar un leve quejido. Se volteó totalmente hacia mi y comenzó a masturbarme, frotaba su mano hacia arriba y hacia abajo, sentía como si mi verga fuese a estallar. Sin poder aguantar más, me volteo y comienzo a besarle y sobar sus nalgas con mis manos, se sentían suaves y redondas. Nuestra respiración se acelera, el calor se comienza a sentir a pesar del aire integral. Luis: esto no puede salir de aquí, nunca he estado con un hombre pero al igual que tú, estoy muy excitado; penétrame por favor. Yo: tampoco he estado con un hombre, y no tienes que pedir por favor, créeme, estoy tan excitado que me siento afortunado de estar aquí de esta manera contigo. Lo puse boca abajo, bajé su bóxer y comencé a lamer su ano. Lo lamia con ferocidad, estaba exquisito, limpio y sentía la rugosidad de su apertura. El gemía, podrán imaginarse ese gemido de hombre con tono amanerado, me ponía a mil. Estaba a punto de comerme a un hombre y ...
... estaba ansioso por eso. Comencé a intentar penetrarlo con mi lengua, pero no cedía. Así que seguí lamiendo, y salivando una y otra vez. Luego coloqué un dedo, hacia algo de presión. Luis: mmmmaaaahh, ¡qué bien se siente! El dedo entró y soltó un pequeño gemido, comencé a meterlo y sacarlo cada vez más rápido, a la vez que seguía lamiendo las orillas de su entrada. Luis: quiero más, méteme más. Fui con el segundo, el comenzaba a seguirme el ritmo. No aguanté más y metí un tercero de golpe. Luis: Aaaahhhh Dios, ya te quiero dentro de mí. Escupí la cabeza de mi pene, comencé a frotar su entrada, se sentía delicioso. Ese silencio repentino, nuestra respiración sincronizada; uno tratando de entrar, el otro dando lo mejor de sí para que eso pase. La punta de mi pene comenzando a dilatar esa puerta, poco a poco sintiendo el calor de su interior. Con mis manos acariciaba sus nalgas y las apretaba, las nalgueaba con ese toque rudo y sutil a la vez. No pude más, comencé a penetrarlo, mi pene fue haciéndose espacio en su entrada, ambos temblábamos. Esta experiencia nos estaba haciendo sentir un placer nunca antes vivido, y así llegué, hasta lo más profundo de su ser. Me acosté totalmente encima de el, me contuve 10 segundos, mientras besaba su oído le pregunté: Yo: ¿te encuentras bien? Luis: nunca me había sentido mejor. Rápidamente inicié el mete y saca, a pesar de no tener un pene muy grande el me apretaba riquísimo. Le estaba dando con todo, era mi primer coito y quería dar lo mejor ...