1. Necesitamos una mujer en la vida


    Fecha: 22/07/2019, Categorías: Gays Autor: nimi49, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Han sentido alguna ves que, dentro de una relación, ustedes están solos?
    
    Bueno, eso me pasó a mi después de la historia anterior que le conté, después del encuentro con Roberta ambos decidimos seguir la vida normalmente, sin algún compromiso entre nosotros, como siempre habíamos sido: los mejores amigos.
    
    A los 3 meses de nuestro encuentro, encontré una novia cuyo nombre es Liliana, rellenita, pechos grandes y creo que un poco más tímida que yo.
    
    Hasta donde sé, ya había tenido otro novio con el que había tenido relaciones, pero conmigo era cada 2 semanas, si bien en mi caso no sentía tanta necesidad por el sexo así que no me importaba que fuera tan alejado. Ella no era la más “suelta” en esta actividad, aunque sabía moverse si es que ella estaba arriba.
    
    Por el otro lado, Roberta al mes encontró al que muchas dirían como “el novio perfecto”: Lucas de 18 años, alto, guapo, delgado y según las propias palabras de Roberta cuenta con un abdomen marcado, brazos y piernas marcadas por el duro ejercicio del gimnasio y en su inventario contaba con un miembro de casi 25 cm con erección (Ella no supo calcular). Él vivía solo, tuvo problemas con sus padres y abandonó la escuela para trabajar y conseguir su propio departamento, lo cual era una ventaja para Roberta ya que de esta forma podía llevarla cuantas veces quisiera.
    
    Pero no todo en la vida es miel sobre hojuelas y había algo en la personalidad de Liliana que no me terminaba de parecer, no me terminaba de agradar, ...
    ... así que decidí a los 3 meses de haber empezado nuestra relación cortar nuestros lazos, no solo por eso si no que no me sentía cómodo conmigo mismo, no sentía que la felicidad me inundaba cada día y que era mejor no tener a nadie para no amargarle el día también.
    
    A los 6 meses de haber terminado con ella, aún no me sentía como yo, no me gustaba salir, iba a la escuela, pero nada me podía llenar de este sentimiento que sentía, aunque no sabía que era.
    
    La familia de Roberta nos había invitado a la fiesta de aniversario de Porterillos, si bien no es un pueblo con muchas personas, las casas están un poco separadas una de otra lo cual crea un ambiente de paz.
    
    A regañadientes decidí ir para despejar mi mente que solo estaba llena de pensamientos de soledad, series, las ideas de cómo podría irme de este mundo para no sentir más, pero me detenía el pensar como sufrirían mis padres, películas y porque no admitirlo: porno.
    
    Eran vacaciones por lo cual no tuvimos problema de la escuela y ya que ambas familias habían decidido quedarse 3 días, uno antes de la fiesta, el día de la fiesta y después de la fiesta para descansar un poco.
    
    Este pueblo no quedaba a más de 2 horas desde Tegucigalpa por lo cual fue un viaje rápido que hicieron mis padres mientras yo dormía un poco, era unos de los pocos momentos en los que no sentía nada, me dormí con mis audífonos puestos ya que no me importaba el género sino algo que reflejara el como me sentía, soñé con varias canciones.
    
    Llegamos a ...
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