1. EL MASAJE (1ª parte)


    Fecha: 24/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... finalmente me decidí y me puse boca arriba.
    
    Me dí la vuelta con mucho cuidado, ya que llevaba el sujetador desabrochado, y conseguí que mis pechos quedaran tapados aunque el sujetador siguió desabrochado. Juan empezó sus masajes en el vientre, siempre con mucha suavidad, pero abarcando gran parte del cuerpo. Después, igual que hizo antes, siguió por las piernas, empezando por abajo, y subiendo hasta los muslos, donde se entretuvo un buen rato. En estos momentos mi excitación era tal, que ya me daba igual lo que le hiciera. Parece que Juan se dio cuenta de esto, porque volvió a acariciarme el vientre un instante, pero enseguida subió hasta mis pechos, separó el sujetador que llevaba suelto y empezó a acariarlos. Primero empezó por uno, y lo masajéo un buen rato, hasta que al final acabó acariciando mi pezón. Después hizo lo mismo con el otro pecho, haciendo que ahora que me encontraba desnuda delante de Juan, excepto por las bragas, me sintiera en la gloria. Pero esta situación duró poco, porque de repente él cogió mis bragas y tiró de ellas hasta sacármelas. Ahora si que me encontraba totalmente desnuda delante de él, y a pesar de la vergüenza que tenía, lo único que hice fue cerrar los ojos y esperar. Y lo que pasó fue que Juan se dedicó a acariciar mi clítoris y a masturbarme. Empezó muy lentamente para ir acelerando poco a poco. Cuando ya llevaba un rato, de repente paró y se dedicó a meterme un dedo dentro de la vagina. Al cabo de un ...
    ... instante me metió dos y empezó a moverlos para dentro y para fuera. Finalmente los sacó y volvió a acariciarme el clítoris, cada vez con más insistencia, hasta que llegué a un orgasmo, como nunca había tenido.
    
    Cuando acabó, pensé que debía contentar también a Juan. Me senté en la cama, y empecé a desabrocharle los pantalones. Se los bajé y empecé a acariciarle el paquete por encima de los calzoncillos. Noté que tenía el pene totalmente empalmado, por lo que no tardé mucho en bajarle también los calzoncillos. Ahora ya estábamos los dos completamente desnudos, Juan de pie y yo delante suyo sentada en la cama.
    
    Cogí su pene y empecé a masturbarlo lentamente, subiendo y bajando de arriba abajo, mientras con la otra mano le acariciaba los testículos. Mientras, Juan aprovechó para seguir masajeándome los pechos y tocándome los pezones. Yo seguí a mi ritmo lento masturbando a Juan, pero finalmente llegó al orgasmo desparramando todo su semen encima de mis pechos.
    
    Tras unos momentos de descanso, y sin saber muy bien que hacer en ese momento, oímos como terminaba el partido de futbol, y Jose y Rosa empezaban a subir por las escaleras. Me limpié y me vestí rápidamente con el tiempo justo para que no me pillaran. Cuando llegaron, Juan aún tuvo tiempo de decir delante de todos, que si algún día me encontraba cansada, que fuera a su casa que allí podría darme masajes para relajarme, a lo cual su mujer Rosa volvió a animarme.
    
    Y así acabó todo. 
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