Educando a la maestra
Fecha: 31/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lobo Amarok, Fuente: CuentoRelatos
... sabía!"
Cuando leí eso, sabía que era hora de enviar la primera flecha al blanco, y le dije:
"Como... es que tienes esposo, ya van a ser las 6:00 de la tarde, sigues en el trabajo, y todavía vas a casa a preparar cena, como es que tienes tiempo para tantas cosas?"
"Claro. Hombre, que no has conocido una dama del siglo XXI, las mujeres de hoy en día somos de mucho talento, de muchas cualidades, somos diamantes en bruto, no necesitamos de mucho para ser pulidas; Dios y la vida nos cuida, la vida nos ha dado tanta energía que le faltan horas al día..."
"Ya es tarde, está oscureciendo, ve a casa, y haz tus cosas, si te quedas unos minutos más, no respondo; puede que me enamore de ti, y ya no te deje regresar a casa, he mirado tus fotos y eres una mujer muy bella, se nota a leguas que haces ejercicio y que te cuidas; tienes muy bonitas piernas, me gusta como llevas tu falda en la 3a foto, tu piel bronceada va deliciosa con la luz de verano y con los colores pasteles que llevas... tu pedicure ni se diga, que bonitos pies--se han de ver divinos en zapatillas altas de gala, como me gustaría escuchar la música de tus tacones cuando corres apresurada en los pasillos del colegio corriendo a casa y..."
"Exagerado, gracias por el cumplido, tengo mucho que no escucho que no me hablan así, tengo casi 48 primaveras, eres un vago, recuerda, soy casada, y ya he oído y leído todo eso más de una vez; pero gracias -eres atrevido, caballero valiente, donde dices que vives, dime ...
... antes de apagar la computadora y salir corriendo."
"Nada que esconder dama hermosa, soy Miguel: 31 y divorciado, trabajo como agente de ventas en publicidad comercial. Vivo en California. Gracias por tu tiempo, y si quieres salir corriendo, no te culpo, corre rápidamente, voy tras tu originalidad sensual... quiero grabar tu perfume en mi ser mientras te pierdo en la distancia, y quiero recordar tus pantorrillas para cuando te mire en las playas de Orlando, mirarte a los ojos y recordarte que me has quebrado el corazón. Injusta."
"Seductor. Me pones muy nerviosa, y yo no soy Julia, soy Soila, tengo 47, soy casada, con dos hijas, gracias a ti por tu tiempo, y disculpa pero tengo que marcharme..."
Así fue como la conocí, rápidamente, pensé no volvería a verla ni a leerla; era una tarde donde comenzaba la Primavera y terminaba el Invierno, una tarde donde la magia de la oscuridad en el horizonte abría las nubes a un futuro lleno de otras conversaciones con bromas, poesía, música, energía llena de fantasías eróticas casi imposible de cumplir por la dificultad de los horarios, la distancia de costa a costa, su estado civil, y todos los miedos que ha depositado con su hipocresía los estatutos de nuestra sociedad.
Ella regreso -confiada que no había peligro, charlamos de nuestras vidas, de nuestros gustos, de nuestras carreras, de familia, y de tradiciones, y poco a poco abrimos los corazones para expresar otros sentimientos sinceros; opiniones, preferencias, gustos, ...