1. DIANA Y ALFREDO: AMIGOS DE VERDAD (PARTE 12)


    Fecha: 27/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pero cuando los comencé a ver que estaban ya platicando más entre ellos y comenzando a beber más desinhibidamente, supe que en realidad ellos estaban teniendo el control del momento.
    
    No sabía si me arrepentiría de lo que pudiere darse esa noche o no, pero al paso del tiempo, el hielo se había roto un poco más y ya nuestro ambiente era más animado. Mi esposo más abierto y Alfredo, pues no le quedaba más que mostrarse ligero. Ahora no había lugar para dar marcha atrás.
    
    Estaban dando ya las 12 de la noche, y se agotó la botella de Whisky, por lo queAlfredo hizo una seña al mesero, y al acercarse éste, comenzó a platicar con Alfredo, momento en que mi esposo aprovecho para dirigirse a míy con un aire sensual que yo bien le conocía se acercó a mi oído y me susurró:
    
    -Estas hermosa mi amor………no te has quitado para nada ese abrigo ehhh……eso me hace pensar que vienes muy inquietante ehhhh!........pero sabes que me gustaría?..........que ahorita que quieras ir al servicio, no nos digas nada, y solo te quites el abrigo y vayas………pero allá adentro, me gustaría que te quites la tanguita que seguramente traes puesta; Quiero admirar a mi mujer……quiero que me tengas empalmado de solo saber que no traes nada abajo………quiero que me hagas sentir desde ahorita, que tendrás hoy una noche llena de verga!! (mi esposo ya mostraba que no estaba en su juicio por el lenguaje que comenzaba a manejar y como arrastraba su lengua me indicaba que estaba ya con el alcohol en la sangre), y que tu ...
    ... tanguita ya no te hará falta-. Me dio un suave beso y se regresó hacia el mesero quien para ese momento le estaba ya sirviendo un nuevo vaso de whisky.
    
    Allí me quedé desconcertada y algo nerviosa, con una sonrisa dibujada pero falsa, para dar otra apariencia, pero en realidad, estaba desconcertada y muy nerviosa, sobre todo porque Alfredo a cada momento, me lanzaba miradas coquetas y cuando mi esposo se distraía, me guiñaba el ojo, o incluso por debajo de la mesa, me rozaba la gabardina. Todo ello,intenté ocultar hablando de otros temas, pero era imposible distraerme de lo que realmente estaba sucediendo entonces, sobre todo porque al igual que ellos, yo comenzaba a sentirme algo mareada, motivada o desinhibida.
    
    Al cabo de unos minutos, no pude evitarlo, y tuve necesidad de ir al sanitario…….estaba levantándome, cuando mi esposo se dio cuenta, pero sin decirme nada, me guiño el ojo, y recordé su recomendación. Ahí, en medio de los dos, me puse de pie y sin ponerles atención, como minimizando la importancia, me fui desabrochando la gabardina, y al abrirla y dejarla sobre mi silla, voltee a ver a mi esposo, quien sin palabras, con los ojos y la boca enteramente abiertos, quedó hipnotizado. Le sonreí y con mi mano, le toque la barbilla, dándole una leve caricia.No quise voltear a ver a Alfredo para no evidenciarlo, aunque sabía que estaría impactado también, y limitado para decirme o verme todo lo que el quisiera por la presencia de mi esposo, pero me di la vuelta y con ...
«12...101112...19»