1. La mesa del taller de Don Braulio


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... introdujo completamente dentro de mí, grite y llore y varias lagrimas rodaron por mis mejillas, él me regañó y me dijo que no gritara porque podían escucharnos y yo me mordí los labios para no gritar pues el dolor que sentía era muy intenso, pero a pesar de todo él tenía razón, ya no quería que me la sacara.
    
    De pronto empezó a sacarlo y sentí un poco de alivio, pero de nuevo lo introdujo con fuerza, siguió repitiendo ése movimiento haciéndolo cada vez mas rápido, así continuó bombeándome hasta que el dolor fue cediendo y poco a poco comencé a disfrutarlo, después de violarme por un buen rato, el hombre ya lograba que yo me arqueara de placer, parecía una gatita en celo retorciéndome de gusto con su verga dentro de mí, pues nunca había experimentado ésa sensación tan intensa entre el dolor y el placer con tanta excitación, tanta pasión, tanto sexo y entonces él se estremeció y pude sentir que se venía dentro de mí, estaba chorreándome toda su leche caliente dentro de mí, ¡que ricura, que delicia!, en ése momento me sentí completamente invadida, poseída y sometida por un hombre que me estaba cogiendo en su propio taller, mi culo habia sido estrenado y desvirgado por Don Braulio alias el "Abre Culos". Ni se imaginan que situación toda esta, un morbo y un placer indescriptible.
    
    Y asi Continuó cogiendome durante un largo rato, al tiempo que yo seguía convulsionada con ésa dulce mezcla de placer y dolor. Claro que después de aguantar largamente tan violentas embestidas, ya ...
    ... sentía dolor en mi pequeño
    
    culo, sin embargo él era implacable conmigo. Cuando intentaba soltarme ó hacia algún gesto de dolor o se me escapa algún grito, me apretaba mas fuerte y me decía; ‘Quieta nena, querías probar la pija por atras ¿no es así?, Pues seguirás comiendo verga hasta que me harte, te que voy a seguir abriendo el culo ¿sabes?’ y al tiempo que me la empujaba con fuerza me decía; ‘Come verga, vamos, cómetela toda grandísima putita’, y así continuó cogiendome y eyaculando dentro de mí, no recuerdo cuantas veces.
    
    Cuando al fin quedo satisfecho, se salió de mí, se subió los pantalones y después de darme una fuerte nalgada, me dijo; ‘Pues ahora sí nena, ya eres toda una mujer y además tienes un culito ¡delicioso!, eres muy dulce y te has portado como una nena buena, ya se notaba que eras toda una puta. Desde ahora tu culo me pertenece, para que te lo coja cada vez que yo quiera, aunque ya verás que tu solita regresarás a pedirme pija todos los días y yo estaré aquí esperándote para cogerte a diario perrita. Se retiró hacia otro cuarto y me dejó allí tendida sobre la mesa, donde permanecí por varios minutos, realmente estaba exhausta y completamente llena de leche, incluso podía sentir como escurría entre mis nalgas y corría por mis piernas, me toque el culito y pude sentir que aún lo tenía muy abierto.
    
    Me reincorpore y me vesti rapidamente saliendo por la puerta del costado.
    
    Llegue caminando a mi casa con gran dificultad, fui al baño para darme una ducha y ...
«12...456...»