1. Dos maduros para mi (3)


    Fecha: 31/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Jon llegó un viernes por la tarde, Ricardo no había llegado todavía de trabajar así que atendí a Jon yo solo, le enseñé la casa y por último su habitación, le habíamos hecho la cama y lo único que tenía que hacer era deshacer su pequeño maletín de fin de semana.
    
    Le pregunté que tal había ido el viaje, él contestó que muy bien que apenas había nadie en la carretera y que el deseo que tenía por estar con nosotros le ayudó a llevar mejor la conducción.
    
    Mientras el se ponía cómodo, fui a la cocina a beber un poco de agua, cuando regresé a su habitación estaba completamente desnudo con su enorme polla(os recuerdo, 26 cm y supergorda) totalmente tiesa, se la estaba tocando como si se estuviera haciendo una paja, su lengua entraba y salía de su boca relamiéndose de gusto. Yo al ver aquello me arrodillé y empecé a lamer aquel ariete, pasé mi lengua por toda su extensión, de arriba abajo hasta que no pude más y la introduje por completo en mi boca. Jon empezó a gemir mientras me sujetaba la cabeza y decía "así, así, muy poca gente la chupa como tu, no pares y al final tendrás el regalo que tú quieres". Yo hice caso y la chupé como nunca, yo mientras me estaba haciendo una bonita paja ya que mi excitación era total. De vez en cuando miraba hacía su cara y me volvía loco viendo aquel cuerpazo desde mi posición, su barriga peluda, sus tetas maravillosamente grandes y duras, sus pezones duros como piedras y su cabeza maravillosa.
    
    Volví a mi "trabajo" y empecé a succionar aquel ...
    ... ariete de una manera salvaje, apreté mis manos contra su culo, Jon se dio cuenta de lo que quería y empezó a follarme por la boca de una manera incontrolada, de repente empecé a oir sus gemidos cada vez más acelerados y noté como su verga se hinchaba, Jon estaba a punto de correrse, yo no solté aquel trofeo hasta que después de un alarido empezó a soltar chorros de leche dentro de mi boca, apenas podía tragar aquella cantidad de leche que entraba en mi boca de aquellos gigantescos huevazos, se desparramaba por la comisura de mis labios, yo tragaba lo que podía. Jon parecía que se iba a partir en dos, yo seguía chupando para dejarle vacío de leche, me encantaba sentir su corrida en mi boca. No paré hasta que su polla quedo limpia y brillante y salió por si sola de mi boca. Me levanté y empecé a besarle, pasándole sus propios jugosos que el comió con alegría, mientras me decía que llevaba un mes loco esperando este viaje.
    
    Estabamos descansando en el sofá del salón, cuando oímos la puerta, era Ricardo que acababa de llegar a casa, los dos estabamos desnudos, Ricardo no se inmutó sino todo lo contrario ya que estabamos acostumbrados a encontarnos con estas situaciones. Presenté a Jon a Ricardo, ambos se dieron un beso, Ricardo se desnudó y fue a ducharse. Jon me dijo que Ricardo le gustaba mucho y que estaba deseando llevar a cabo su fantasía particular (leer Dos maduros para mi 2), yo fui al baño a hablar con Ricardo, le pregunté que le parecía Jon a lo cual contestó que estaba ...
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