1. Aventuras y desventuras en el gym


    Fecha: 01/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: DanFerrara, Fuente: CuentoRelatos

    Era una tarde mas en el gimnasio, llevaba yendo a esa sede cerca de cinco meses, y aunque lo había encontrado agradable era solo un sitio para hacer ejercicio, no era mucho lo que había para recrear la vista, uno que otro de esos tipos con el cuerpo grande y marcado, pero que tienen la personalidad de un gorila con síndrome de down, y que se creen lo máximo.
    
    Había hecho algunos amigos mientras entrenaba, nada fuera de lo común, un par de amigos que creían que yo era hetero y que siempre querían hablar de mujeres, a mi francamente ya empezaba a cansarme, pero simplemente les seguía la corriente, “esta buena, le doy un 8 sobre 10” decía yo respecto a cualquier vieja que pasaba frente a mi mientras en realidad pensaba “¿que acaso me tocó el único gym en el mundo sin hombres interesantes?”. Los instructores eran bellos, no podría negarlo, pero tenían la edad mental de un niño de 12 años, y aunque no me considero la persona más madura del mundo simplemente no suelo tolerar las tonterías que decían cada cinco minutos.
    
    Mi nombre no importa, simplemente me llamaré J, y diré que a mis veinticinco años de edad creo aparentar un poco menos, de ojos oscuros y cabello corto, “bonito” dicen algunos, de buen cuerpo, hace ya unos años que el ejercicio es una parte importante de mi vida, y aun así nunca he sido una persona de muchos amantes, o mejor dicho, de muchos amantes pero pocos significativos, para aquel momento de mi vida nunca había sentido algo realmente fuerte por ...
    ... alguien.
    
    Aquella tarde estaba solo, mis amigos habituales no estaban ese día y francamente no me importaba, solo quería trabajar mis piernas tranquilo sin tener que verle el trasero a alguna vieja solo por disimular. Uno de los instructores se acercó a mí para decir alguna estupidez a la que respondí con una risa falsa y seguí con mi rutina. Fue entonces cuando escuché el timbre del lugar, por inercia mi cabeza volteó en dirección a la puerta de vidrio que permitía ver quien llegaba. Aunque veía una silueta a contra luz pude notar que era un hombre, un poco más alto que yo, miré un rato sin poder distinguir quién era, y seguí con mi rutina, hasta que escuché una voz decir mi nombre
    
    —J!! J!! – escuché decir a una voz familiar
    
    —¿Mi-Miguel? - dije sorprendido
    
    —¡J! años sin verte! – respondió Miguel con esa sonrisa que me enloquecía
    
    A Miguel lo conocí hace algunos años, en otro gimnasio donde solíamos ir, un día cualquiera me pidió que le ayudara con un ejercicio para pecho y yo no podía decirle que no a ese ejemplar de hombre. El es un poco más alto que yo, 1, 78 aproximadamente, 35 años, de ojos claros y cabello rubio cenizo, blanco, y con un cuerpo escultural que me vuelve loco, sus brazos son gigantescos, su pecho resalta sobre su camisa y me dan ganas de hacer cosas malas de esas que se sienten muy bien, sus piernas son gruesas, marcadas, y trasero es un monumento a la belleza masculina, y por favor no me hagan empezar con su paquete, que me pongo mal. Solo una cosa me ...
«123»