1. Puta desatada


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Gays Autor: jj442450, Fuente: SexoSinTabues

    ... grande, fuerte, con una polla que se veía bien gorda aun flácida. Vi unos cuantos hombres que iban y venían, pero nadie me llamó la atención como un alemán que estaba de pie allí arriba desnudo mirando hacia la zona de la playa. Me llené de valor y me acerqué hacia él y le pregunté si tenía agua porque tenía sed y para romper el hielo y el se quedó como petrificado, sin saber cómo entrarme. Con todo lo que había investigado sobre el asunto del cruising, esa reacción tan poco decidida me desencantó y seguí mi camino. Como estaba allí arriba pude ver los caminos traseros, era perfecta su ubicación, quedaba perfectamente escondida, desde fuera no se vería ni a Yao Ming saltando. Al ver que todo era muy discreto, tenía ese mundo de lascivia, sexo y placer ante mí, y supe inmediatamente que esa sería otra barrera de no regreso en mi vida. Muy decididamente elegí el camino de la perversión y bajé. Ese lugar era espectacular, dentro todavía había más caminitos escondidos en matorrales y árboles donde poder tener encuentros sin ser vistos más que por los curiosos. En la entrada de uno me encontré a alguien tocándose el rabo sin esconderse, mientras miraba como un cuarentón se la mamaba a un francés que había estado viendo desde la playa de 30 años muy delgado y con un muy buen rabo. El francés, viendo como me quedaba mirando su verga, me miró con cara de invitación, pero yo todavía en estado de shock por tanta perversión me fui de allí y seguí. Cuando llegué al final del camino me ...
    ... encontré un hombre en una de las entradas elevadas a la playa y por no saber qué tema sacar pero queriendo curiosear le pregunté: - ¿Hola, está muy animado esto? Él, sorprendido por mi pregunta, con una media sonrisa me contesta: - Está lo animado que tú quieres que esté. – Entendiendo que era mi primera vez por mi actitud. Me estaba invitando a follar solo si yo me decidía, que él me clavaba en ese mismo instante, pero entendía mis dudas. Justo al lado nuestro, junto a la entrada había una cuevita hecha con maderas aprovechando un árbol que era perfecto para follar. Solo te veían desde la entrada, ni los caminos ni la playa. Inmediatamente pensé, aquí me van a follar. Me fui por la misma entrada despidiéndome del hombre que hizo cara de pena y cuando llegué a casa me tuve que meter el consolador entero para calmarme, pero aun después de dos pajas así, me costó dormir. Al cuarto día, nervioso, solo levantarme desayuné y me limpié bien el culo, me puse crema hidratante y me lo abrí un poco para que me pudieran follar de una. No iba allí a conocer a nadie, iba allí a follar. Llegué a la playa directo a la parte trasera, era medio día y el sol estaba a pleno esplendor, me ponía súper cerda el pensar que iba a estar comiendo polla y recibiendo polla por detrás a plena luz del día y que cualquier mirón podría disfrutar de la vista. Di un recorrido entero por el camino a lo largo de un buen tramo y vi un poco que había por allí. Alguna felación, un tipo que solo quería que le chupara ...