El final de mi matrimonio
Fecha: 04/08/2019,
Categorías:
Microrelatos,
Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos
... en la boca, apretándola con mis labios y acariciándole la parte de abajo con la lengua. Fue una pena que él no aguantara más y al cabo de poco tiempo eyaculara en mi boca. Dejé que el semen se escurriera por las comisuras de mis labios y no paré de mamar hasta que él me lo pidió.
-Lo siento, Sandra. Pero lo estabas haciendo de una forma increíble.
-Está bien. Me cogiste como hacía mucho tiempo nadie lo hacía. Lo disfruté mucho. ¿Tienes que irte?- Le pregunté cuando ví que se vestía.
-Todavía tengo algo de tiempo. Pero no sé si sea suficiente para repetir.
-Eso déjamelo a mí. Pero, bueno. Siéntate y descansa. Voy por más café ¿gustas?
En la cocina me encontré a mi suegro, escondido en la sombra, se seguía masturbando.
-¿Contento, viejo cochino?- le pregunté
-No tanto como esperaba, pero estuvo bien. No pensé que fuera a terminar tan rápido… Chúpamelo ahora, o cancelo el cheque. Anda, Sandrita, estoy por venirme y quiero hacerlo en tu boquita.
-¿Estás loco?- Alcancé a decirle, pero al instante, don Fernando me tomó del cabello y me obligó a ponerme de rodillas. Yo no opuse más resistencia porque me aterraba la idea de que Jorge nos sorprendiera así.
-¡Abre la boca, puta!- Me ordenó don Fernando y yo dejé que me metiera su verga por la boca. Me estuvo jalando del cabello mientras le daba placer con mis labios y cuando eyaculó, casi me ahoga, pues lo hizo muy cerca de mi garganta.
Me levanté y me limpié asqueada su semen -¿Te digo algo? Coge más ...
... rico que tú- Le dije en el tono más hiriente que fui capaz de entonar.
-Bueno, al menos yo sí te hago terminar. No como él.
Pensando en que don Fernando tenía razón, volví a la sala con las dos tazas de café y me acurruqué en los brazos de Jorge para calmarme. Dos hombres acababan de venirse en mi boca y aunque me parecía terrible al principio, dejó de importarme –Entonces ¿Te gustó lo que te hice con la boca?- le pregunté a Jorge cuando me tranquilicé
-¿No se notó? Me hiciste terminar muy pronto. Tienes una boquita espectacular.
-¿Crees que sea suficientemente espectacular como para reanimar a nuestro amigo?
-Pues si falla, no será culpa tuya, créeme. Pero dame un par de minutos antes de intentarlo ¿te parece?
Dejamos de platicar cuando nos terminamos nuestras bebidas y me acomodé acostada boca abajo con la cara pegada a la entrepierna de mi amante y cuando tuve su miembro dormido entre mis dedos, comencé a lamerlo como si fuera una paleta. Jorge disfrutaba lo que le hacía y lo gozó aún más cuando me lo eché a la boca y comencé a juguetear con mis labios en su glande “soy una puta” pensé. Al poco rato, el aparato del abogado estaba tan rígido como cuando comenzamos a besarnos la primera vez. Entonces, me senté abierta de piernas frente a él y nos abrazamos mientras su miembro se iba apoderando de mi interior otra vez. Arrastrada por el placer, comencé a darme unos fuertes sentoncitos, encajándome bien al fondo la hombría de Jorge. Me gustaba sentir el borde de ...