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Mi nuevo compañero
Fecha: 05/08/2019, Categorías: Gays Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
... días cerraban el cuadro. Yo por mi parte mido 1.72, soy de complexión media, 41 años. Definitivamente él se veía más grande que yo en todos los sentidos. Me invitó a sentar y lo hicimos juntos en un sillón de dos asientos, eso hacía que estuviéramos muy juntos a la hora de conversar. Era un tipo realmente agradable, a pesar de su aspecto un poco tosco, nunca levantó la voz, ni usó ademanes exagerados, lucía como todo un caballero. En la plática casi que volvimos a recapitular todo lo que habíamos dicho por chat, y ambos entendimos que los detalles no eran necesarios. Al calor de la plática Carlos me tomaba de la pierna o de la mano, todo con sutileza. —¿Te sirvo tu café?... —comentó Carlos —Mejor un poco de agua, no sé si hace calor o es el nervio. —Yo también tengo calor, de hecho si no te molesta me quitaré la corbata. —No adelante, no sé cómo aguantas todo el día, me fastidian las corbatas. —Es necesaria para el trabajo. Carlos regresó sin corbata y con la camisa un poco desalineada, me dió un vaso con agua y él se quedó con otro vaso. Continuamos la plática pero ya en un tono más relajado, y tomando la iniciativa me dijo: —Me caes bien, te ves lindo. —Gracias, tú también me caes muy bien. —¿Te agrada lo que ves? —Mucho, luces muy varonil. —Tu estas muy sabroso cabrón, cuando te ví parado con tus jeans ajustados me gustaste. —Entonces vamos bien creo. —Demasiado bien diría yo compañero. Y acercándose a mí nos dimos un beso ...
... francés medianamente apasionado, para ambos fue una experiencia nueva. —Besas rico Charly, tus labios están suavecitos. —Los tuyos son gruesos, y raspan jaja también tu barba, es raro sentir una barba. —Ya nos iremos acostumbrando compañero. Carlos se levantó del sillón y prendió la tele argumentando que prefería algo de ruido de fondo para que no escucharan los vecinos, porque “las paredes oyen”. Cuando regresó al sillón yo me puse de pie, y sin más me quité el suéter, boté los zapatos, me quité el pantalón y el bóxer, ahí estaba yo, de pie frente a Carlos completamente desnudo, no recuerdo haberme desnudado tan rápido antes de ese día. —¿Y eso?... —dijo Carlos un poco desconcertado. —Si no lo hago así capaz que me arrepiento. —Estas muy rico, eres sexy cabrón, lo sexi no se compra en ningún lado. Dicho esto me subí en las piernas de Carlos y lo besé con más pasión, él me acariciaba la espalda, las nalgas, recuerdo que me dio una nalgada y me dijo: -Voltéate. -Sí papi. Ahora de espaldas a él, me senté en sus piernas, ahora me besaba el cuello mientras me rodeaba con sus manos para jugar con mis pezones, después con una mano me agarró la verga erecta y comenzó a jalármela lentamente. Después de unos minutos me soltó y me dijo: -Párate junto al comedor y tócate. Así lo hice, el comedor estaba a unos 4 metros del sillón, así que él tenía una buena perspectiva de mí y yo de él. Carlos comenzó a darme instrucciones, me pedía que me tocara la ...