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AARÓN, EL HIJO DE MI VECINA
Fecha: 10/08/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mientras llevaba al otro a urgencia, hasta ese momento además de mirarlo no creía que pasaría nada más, así que estuvo acompañándome, conversó muy poco, pero pude mirarlo más detenidamente, sus labios gruesos y bien marcados, su espalda ya de joven, y sus brazos, sus tetillas me dejo loco, nos fuimos juntos a casa, ya el menor estaba mucho mejor, su mamá me agradeció el gesto y por eso le dijo que debía ayudarme al día siguiente en agradecimiento ya que no quiso ir a la clínica, sus rezongos y quejas no le valieron de nada. Al día siguiente lo llame y nos fuimos a “trabajar”, venía con unos pantalones cortos que parece que eran más chicos que le asfixiaba el culito, una remera blanca ajustada de color claro, todo hacia resaltar su silueta y su color de piel. Ese día solo lo miraba, como se movía ese culito, yo tenía la verga dura, hasta húmeda la sentía, hacía mucho calor, así que le dije que debía bañarse ya que estaba muy sucio para llevarlo en mi coche, primero se negó, despaché a todo mundo, y lo apuré con el tema del baño, cuando entró a las regaderas esperé unos minutos y entré haciéndome el boludo y lo vi, estaba de espalda, ni la mejor descripción podría traspasar los que realmente vi, estaba lavándose el cabello, así que tenía los dos brazos en alto, marcaba el contorno de la espalda hasta llegar a su culo, los muslos, pantorrillas, un adonis, no sé como lo haría pero tenía que ser mío, no me importo nada, el mundo entero se borro, era solo él, su culo y ...
... yo. Me metí en la regadera de al lado, se asusto cuando me vio, no sabía si darme la espalda y seguir mostrando su culo o girarse y taparse la delantera, “¿qué pasa Aarón, porqué te tapas tanto si somos hombres?”, no supo que contestar y solo dijo un “si, es que me asusté”, estaba al lado de el, en bolas y quizá sería la primera y última vez que lo tendría solo para mi, así que debía pensar rápido, le dije, “Aarón que tienes en la espalda, esta toda marcada, tu mamá me mata si le pasa algo a su bebe”, sonrió con esos labios hermosos, y me dijo que no tenía nada, “¿como que nada?, tu no te ves, pero está muy rojo, acércate para verte mejor”, dudo un poco, no sabia que hacer, hasta que vino hacia mi, y me dio la espalda, hace rato que tenía la verga dura, seguro la había visto pero no dijo nada, seguí con el cuento de su espalda roja, salimos del agua, y le dije que se tirara en la banqueta que echarle crema en la espalda porque no podía “llevarlo” de esa manera, se tapó con una toalla y se acomodo, empecé a echarle crema, por fin podía tocarlo, su cuello era suave, seguí por los hombros, ninguno de los dos decía nada, seguí por la columna y los costados, solo sentía su respiración agitada, pero lo tenía sujeto firme, le quite la toalla, y estaba a escasos 30 cms. de su culo, era terso, muy lampiño, de color blanco, una redondez sexy, sentía su respiración entrecortada cuando comencé a acariciarle donde comienzan los muslos, metí los dedos en esa área y le toqué los huevos, dio un ...