Conociendo al señor Manuel III
Fecha: 02/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: dbeni72, Fuente: xHamster
La puerta se cerró, y allí me quedé acabando de recoger las últimas cosas de la cocina, mientras el señor Manuel iba al baño para darse una ducha.Al salir, yo fui a mi dormitorio también, y cogí un camisón fresquito para después de la ducha. Hacía tanto calor, que me vino de perlas el agua fría. Mis pezones se pusieron realmente firmes.Cuando salí del baño para dejar la ropa en la lavadora, todavía no había salido nuestro vecino, y le sentía afeitarse, así que me senté a oscuras en el salón a ver la tele. Estaba tan cansada, que no me di cuenta, y caí dormida antes de que entrase él en el salón. Un ruido de la calle me sobresaltó, y allí estaba yo, dormida, con la tele puesta, y nuestro vecino también se había quedado dormido en su sillón. Miré el reloj, y era más de la una de la mad**gada, así que me levanté a beber agua. Al dar la luz de la cocina, nuestro vecino se despertó, y entró a da un trago también.- Perdone, Manuel, pero me quedé dormida.- No te preocupes, María. Yo también me he dormido, estaba muy cansado.- Es muy tarde, así que creo que deberíamos ir a dormir, que hoy parece que no va a haber tormenta.- Le dije con los ojos soñolientos .Me metí en la cama, con la persiana ligeramente levantada, pero me había desvelado, y el calor no ayudaba conciliar el sueño. Desde la cama escuchaba los ronquidos de nuestro vecino, y por más que intentaba dormir, no lo conseguía. A pesar de que me quité el camisón, el calor se hacía insoportable, y los minutos y las horas iban ...
... cayendo. Debían ser las 4 de la mañana, cuando me decidí a levantar para hacer un pis. Tenía una buena sudada, así que me di una ducha con agua fría que me alivió esa sensación de agobio, y salí a dejar en la lavadora las bragas sudadas. No quise dar la luz para no despertar al señor Manuel, pero los ronquidos habían cesado. Seguro que el ruido de la ducha le había despertado. Por si acaso pasé por delante de su habitación palpando y sin apenas ver, al no tener los ojos hechos a la semioscuridad por haber estado con la luz del baño.Iba a entrar en la cocina, cuando choqué con alguien que salía de allí, y solté un grito de terror, propinándole un tremendo empujón, mientras yo trastabillaba hacia delante por la fuerza de mi golpe, a la vez que una mano me agarraba del brazo para no caer.- María, tranquila, soy yo. - Susurró el señor Manuel a la vez que me sujetaba de un brazo.Yo era casi incapaz de hablar por el susto tan tremendo que me había llevado, pero me quedé quieta al escuchar su voz.- Lo siento, Manuel. Vaya susto. Perdón...- Le dije con la voz entrecortada y el corazón que parecía que se me iba a salir.- Perdona, tú. Me levanté al baño y entré a oscuras a beber agua. Debería haber dado la luz.- ¿Le he hecho daño?- No mucho, tranquila. Me detuvo la pared, y te agarré del brazo para no caer. No pasa nada, peor ha sido el susto que te di.Rápidamente di la luz de la cocina sin pensar que estaba desnuda. Y el señor Manuel, a pesar de haberme visto ya desnuda, no pudo evitar ...